Google Chrome: lo probamos

Muchas cosas hay para contar sobre Google Chrome, el navegador que ha lanzado Google y que promete pegar fuerte en la guerra contra sus competidores.

De momento se trata solo de una versión beta y está disponible en Windows, aunque las versiones para Linux y Mac OS X están en preparación y serán lanzadas próximamente.

Google quiere apostar fuerte por Chrome y lo demuestra haciendo algo que pocas veces se ve, modificando la página de inicio del buscador y mostrando un enlace para su descarga.

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Nada más ejecutarlo, lo primero que llama la atención de este navegador es su elevada velocidad de carga y su interfaz austera, casi inexistente, centrada en las pestañas y en una barra de direcciones y herramientas. No me gusta, por eso, que no use el sistema de ventanas por defecto de Windows, sino que implemente sus propios botones para cerrar, maximizar y minimizar la ventana. A cambio, las pestañas ocupan menos espacio en pantalla al integrarse con la barra superior.

De la barra de direcciones, conocida como Omnibox destaca que estas diferencian sus partes por colores, mostrando el dominio en color negro y el resto en color gris, mientras que si estamoos en una página segura, el https se muestra de color verde para indicarlo.

La Omnibox mezcla la barra de direcciones con la barra de búsquedas, de forma que cuando empezamos a escribir nos muestra las diversas opciones disponibles, desde usar el buscador predeterminado hasta sugerencias de resultados.

Para los preocupados por que Google use el navegador para imponer el uso de sus productos baste decir que ha importado las preferencias de Internet Explorer y ha usado el buscador por defecto, que era Live Search. En cualquier caso, esto puede cambiarse desde las opciones

La pantalla por defecto al abrir una nueva pestaña se inspira fuertemente en el Speed-dial de Opera. En el caso de Google Chrome no es necesario personalizarla, ya que se va creando con los datos de navegación. Así, nos mostrará accesos directos a las páginas más visitadas, nuestros marcadores, pestañas cerradas recientemente,...

Los marcadores, aunque son accesibles desde las nuevas pestañas, también disponen de su propia barra, que se puede activar y desactivar con Ctrl+ B, como en otros navegadores, así como gestionar desde allí, tanto moviéndolos, como borrándolos, editándolos,...

El historial que incorpora Google Chrome es uno de los más potentes que hemos probado, permitiendo realizar búsquedas no solo en los títulos o direcciones, sino en el propio contenido de la página, por lo que recuperar aquella página que no sabemos ni de que servidor era simplemente indicando algo de texto que recordemos será muy sencillo.

Además, el resultado de las búsquedas muestra una pequeña previsualización de cada una de las páginas encontradas.

Una de las características más destacadas de Google Chrome es que cada una de las pestañas se ejecuta en su propio proceso, de forma que el comportamiento de una no afecte al resto. De hecho, probándolo una de las pestañas se ha cerrado, probablemente por un cuelgue de algún elemento, pero el resto del navegador ni se ha inmutado.

Para ver cada uno de estos procesos disponemos de un visor, en el cual podremos examinar la cantidad de CPU y de memoria usada por cada uno de ellos, algo muy útil para desarrolladores, pero también para usuarios avanzados que podrán comprobar cuales son las páginas que usan más recursos.

Como se ve en la imagen, incluso los plug-ins externos, como Flash, se muestran en este visor de procesos, desde donde podremos eliminarlos en caso necesario.

Muchas cosas nos dejamos en el tintero con estas primeras impresiones, pero en aplicaciones de este tipo es necesario un uso intensivo para comprobar su funcionamiento y rendimiento a largo plazo. Google Chrome presenta una interfaz austera y poco personalizable, pero un potencial muy grande.

No dispone de plugins, pero sus desarrolladores han afirmado que están implementando una API para hacerlo posible, por lo que un sistema de extensiones como el de Firefox se prevé en un futuro.

Algunas de las cosas que no me han gustado han sido el modo de moverse a través de las pestañas mediante Ctrl + Tab, realizando simplemente un ciclo entre las diferentes pestañas abiertas, sin más opciones de selección. Algo similar sucede cuando cerramos una pestaña, mostrándose la que se encuentra a su derecha en lugar de la última que estaba seleccionada como sucede en Opera, algo que resulta muy cómodo.

Otro de los fallos es que al seleccionar un fichero (por ejemplo para subir las imágenes de esta entrada) no podemos movernos a los siguientes campos usando el tabulador.

En fin, se trata de una beta por lo que la cantidad de fallos debe ser alta y no es cuestión de nombrarlos todos. Esperemos que desde Google sean capaces de mejorar aún más Google Chrome y de lanzar pronto las versiones para Mac OS X y Linux. Por ahora parece tener un futuro prometedor, pero no es la panacea ni un navegador para uso diario.

Enlace | Google Chrome.

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