A medida que la tecnología asociada al hardware avanza, el tiempo disponible para interrumpir el arranque de Windows mediante la pulsación de la tecla [F8] es cada vez menor, obligándonos a ser más rápidos en la acción que Billy “El niño” desenfundando.
La aparición de los discos SSD complica aún más el problema. Como puede apreciarse en el vídeo, desde que Emily Wilson inicia el portátil, hasta que se carga Windows 8, transcurren apenas siete segundos. En tal situación, dispondríamos de 200 milisegundos para interrumpir el inicio del sistema. Para que no haya suspicacias, Emily inserta la batería antes de la prueba.
Microsoft, con buen criterio a mi entender, lejos de implementar una solución para ralentizar el arranque, desea conservar esta característica y en Windows 8 desaparecerá la posibilidad de interrumpir el inicio del sistema como se ha venido haciendo hasta ahora, y se habilita un nuevo menú de opciones de arranque.
El menú de arranque consolidado de Windows 8
La solución implementada por Microsoft para Windows 8 contempla tres medidas:
Los mecanismos de arranque de versiones anteriores (arranque a prueba de fallos, consola, etc.), desaparecen como opciones al inicio y se integran en un menú dentro del grupo de opciones de arranque.
El nuevo menú aparecerá automáticamente si el sistema presenta problemas para arrancar correctamente.
Se habilitan fórmulas para acceder de forma sencilla a este menú, aunque el sistema funcione correctamente.
Con la nueva solución vamos a perder la posibilidad de interrumpir el arranque del sistema tras cargar la BIOS, pero podremos acceder las antiguas prestaciones una vez dentro del sistema en el “Menú de opciones generales”, dentro de “Configuración avanzada”.
Si el sistema falla en el arranque, el menú se mostrará automáticamente. Ahora bien, esto no va a funcionar en todos los equipos, sólo en aquellos que dispongan de UEFI BIOS. Para los demás queda el método tradicional.
Vía | MSDN Blog
Vídeo | Chanel9 MSDN