Steve Sinofsky lideró el proceso de desarrollo de Windows 7 y Windows 8, y se llegó a hablar de él como futuro líder de Microsoft antes de su abrupta salida de la compañía el día de Nochevieja de 2012. Ahora, ha relatado en su newsletter cómo fue el proceso de poner manos a la obra a cientos de ingenieros para planificar y efectuar la puesta en marcha del sucesor del —para muchos— fallido Windows Vista.
El proceso se puso en marcha cuando aún no había salido a la venta Windows Vista (lo haría el 30 de enero de 2007). "Los trabajos de planificación […] de lo que se convertiría en Windows 7 […] comenzaron en serio en diciembre de 2006 y concluyeron en julio de 2007. Esta es la historia de esos meses".
Empezar poniendo el nombre (código): primer jaleo
El primer paso fue poner nombre a la versión de Windows en la que iban a trabajar. Pese a que era tradición de la compañía poner nombres en clave "complejos (demasiado complejos), con varios niveles de significado", Sinofsky se manifiesta como poco partidario de los nombres en clave. A su entender, pecaban de:
No aportar secretismo: "Podías leer todos los días noticias sobre los nombres en clave de lanzamiento en la prensa comercial".
Dificultaban recordar de qué versión de Windows estabas hablando: "¿Eso es en Nashville o Memphis? No puedo recordarlo" (nota: 'Memphis' era Windows 98, y 'Nashville' corresponde al finalmente abortado Windows 96… no, este no).
"Windows Vista había sido la sexta versión principal de Windows, así como la versión 6.0.6000 a nivel técnico. Entonces, por decreto bauticé el nombre en clave de la versión Windows 7".
Sinofsky explica que cometió un error al elegir el nombre unilateralmente: no entender todas las ramificaciones del nombre escogido. En primer lugar, porque existen muchos modos de contar los lanzamientos totales de Windows, y la mayoría de ellos arrojan cifras mayores que siete.
"Probablemente recibí dos docenas de correos electrónicos con diferentes métodos para contar cuántas versiones de Windows se habían hecho, que iban desde 'bueno, en realidad eran solo cuatro' hasta 'al menos una docena'. Me quedé con siete".
Pero inmediatamente surgió un problema: el equipo de ingeniería informó a Sinofsky de que resultaría contraproducente "aumentar el número de versión principal" (Windows Vista era, internamente, la compilación 6.0.x), ya que esto causaría una gran cantidad de problemas en lo relativo a la compatibilidad de aplicaciones, pues muchos programas de Windows dejarían de ejecutarse si la "versión principal" (esto es, el primer dígito) se incrementaba, aunque el sistema siguiera siendo 100% compatible con dichos programas.
Windows 7, ¿un lanzamiento menor?
Sin embargo, el equipo de marketing también tenía su propia opinión al respecto: "[Decían] que teníamos que lanzar la versión 7.0 porque si no la prensa pensaría que estábamos desarrollando una versión menor y entonces los clientes empresariales no verían la necesidad de actualizar".
"Toda esta noción de [lanzamiento] "mayor" vs. "menor" en los comunicados de prensa me volvía loco. Parecía que un lanzamiento importante sólo pudiera ser uno que rompía muchas cosas y salía más tarde de lo previsto, mientras que un lanzamiento 'menor' fuera precisamente aquel que funcionaba bien porque pulía funcionalidades y terminó en el tiempo previsto".
"Mi punto de vista, claro está, se basaba en los recursos: ¿teníamos a todo el trabajando en ese lanzamiento o nos bastaba con poner a un subconjunto de personas a trabajar en algo menos por menos tiempo que un lanzamiento normal? Pues con Windows 7 tuvimos trabajando a todo el personal: el 100%. Y estábamos decididos a no romper las cosas. Y además queríamos terminar a tiempo. Fue un lanzamiento importante".
"El 100% del personal de la División Windows" se tradujo en 45 equipos de 1400 ingenieros de software… más un equipo de diseño e investigación de aproximadamente 100 personas, unos 20 planificadores de productos, y un gran equipo responsable de las versiones internacionales de Windows que coordinaba el trabajo con los recursos de traducción de todo el mundo.
El jaleo de números de versión de Windows
Final e irónicamente, aunque se llegó a hablar de nombres como 'Vienna' y 'Blackcomb' —nombres que Sinofsky no menciona en ningún momento—, el Windows conocido internamente sólo como 'Windows 7' terminó saliendo al mercado con el nombre comercial de… 'Windows 7'. Sin embargo, a efectos de ingeniería de software, se trataba únicamente de Windows 6.1.
Un caos. Luego, Windows 8 sería internamente 'Windows 6.2' y Windows 8.1 sería 'Windows 6.3'. Por fortuna, con Windows 10 terminarían reajustando denominaciones y haciendo coincidir el número de versión comercial e interno… que volverían a desajustarse con el reciente Windows 11 (que sigue siendo 10.x).
Imagen | Basada en original de Fukapon en Wikipedia
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