Cómo formatear un disco duro o pendrive USB en Windows 10

Si tienes un disco duro, un pendrive o hasta una partición externa que quieres formatear y dejar como nueva sin ningún archivo, no tienes que instalar nada adicional en Windows 10 para hacerlo.

Siempre que utilices cualquiera de los sistemas de archivos compatibles con Windows (FAT32, NTFS o exFAT), puedes hacerlo rápidamente desde el Explorador y en un par de clicks. Nosotros te vamos a explicar los pasos y la diferencia entre cada tipo de formato.

Cómo formatear un disco en Windows 10

• Conecta tu disco o pendrive a través de un puerto USB.
• Abre el Explorador de Windows y navega hasta Este equipo para ver los dispositivos y unidades conectados.
• Haz click derecho sobre el dispositivo que quieres usar y selecciona Formatear... en las opciones del menú desplegable.

Lo primero que tienes que elegir es el Sistema de archivos para tu dispositivo. Si es una memoria USB o disco duro, te recomendamos que utilices exFAT. Este es el sistema de archivos más moderno y está optimizado para unidades externas como las tarjetas SD y pendrives.

Si usas el formato exFAT tu unidad será compatible con la mayoría de versiones modernas de Windows, Linux y macOS. Si usas FAT32 tendrás mayor compatibilidad con versiones viejas de Windows, pero no podrás guardar archivos de más de 4GB.

Solo usa el sistema de archivos NTFS preferiblemente si es un disco duro donde instalarás Windows, o si es un disco que solo vas a usar con Windows o que quieres cifrar. NTFS es un sistema de archivos privativo de Microsoft y no es compatible con instalaciones de Mac ni Linux.

Lo siguiente que debes decidir una etiqueta para el volumen, puedes escribir un nombre o puedes dejar que Windows lo haga. Y, finalmente, puedes elegir entre un Formato rápido o uno completo. Por defecto está marcada la casilla de formato rápido y solo tienes que hacer click en "Iniciar" para formatear tu unidad.

El formato rápido crea la estructura del sistema de archivos en el disco sin verificar la integridad de cada sector. Es el método recomendado para cualquier disco que sepas que no tiene sectores defectuosos o haya presentado problemas de corrupción de archivos que puedan estar relacionados con sectores defectuosos.

El formato completo identifica y rastrea los sectores defectuosos para que no se utilicen para almacenar datos. Es el método más recomendado si vas a, por ejemplo, reinstalar un sistema operativo, especialmente si es diferente al que ya tenías instalado.