Si analizamos las aplicaciones móviles (videojuegos al margen) con mayores ingresos mensuales en todo el mundo, nadie se sorprenderá si decimos que TikTok está en cabeza. O que YouTube y Tinder ocupan, respectivamente, el tercer y cuarto puestos. Pero es probable que, cuando afirmemos que el segundo puesto le corresponde a Piccoma, muchos frunzan el ceño y se pregunten qué aplicación es esa.
Piccoma es, en realidad, la punta de lanza de un fenómeno editorial que se ha ido horneando en las últimas dos décadas en Corea del Sur y que ya ha comenzado a explotar en su país y el resto de Extremo Oriente: los webtoons.
¿Qué es eso de los 'webtoons'?
Los webtoons son cómics digitales de estilo manhhwa (el 'manga' coreano), diseñados específicamente para ser leídos en pantallas de smartphone (dejando de lado la paginación y haciendo uso del scroll infinito). Ni más ni menos. En declaraciones a Financial Times, Jang Min-gi, profesor de comunicación de la Universidad de Kyungnam, explica que
"No hay limitación de género en los webtoons, y los géneros son muy diversos. Los usuarios pueden verlos en movimiento, acceder a ellos muy rápidamente y verlos en un lapso de tiempo muy corto".
Creada en 2003 como reacción al hundimiento de la industria editorial del manhhwa a finales de los 90 (coincidiendo, irónicamente, con el de las puntocom), Daum fue la primera plataforma de webtoons. Un año después, llegaría Naver Webtoon, hoy en día la mayor plataforma del sector del mundo: con 750.000 creadores y 82 millones de usuarios activos mensuales.
Naver, además, se ha asociado con Marvel y DC, y adquirió el año pasado el popular portal de 'literatura fan' Wattpad, que aúna a 94 millones de usuarios.
Pese a esos datos, como decíamos al comienzo del artículo, es Piccoma (una app desarrollada por la filial nipona de Kakao, el 'WhatsApp coreano') quien ostenta los mejores datos de monetización, pese al hecho de operar única y exclusivamente en Japón. De hecho, el éxito del manhhwa en las tierras del manga es tal, que Kakao y Never controlan el 70% del mercado del manga digital japonés.
Lo cierto es que la flexibilidad del formato y el enorme tamaño alcanzado por el mercado permiten que las distintas plataformas apuesten por modelos de monetización muy diferentes: desde el modelo de microtransacciones adoptado por muchas apps, al modelo de suscripciones de pago (tipo Netflix) o el de contenidos gratuitos con publicidad (tipo YouTube).
Además, se ha establecido una dinámica de fomento mutuo entre la industria del webtoon y la del cine/TV de Corea, con los éxitos de cada una siendo inmediatamente adaptadas al otro formato. No es de extrañar que la creciente fama internacional de las producciones audiovisuales coreanas (como El Juego del Calamar) haya ayudado a promover también los webtoons fuera de sus fronteras.
Y si el formato ha llamado tu curiosidad, quizá te interese saber algunas de las opciones con las que cuentas para leer en español los webtoons que triunfan en Corea del Sur:
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