Los acortadores de enlaces son bastante útiles a la hora de compartir la dirección de alguna web que es demasiado larga. Gracias a los servicios de microblogging como Twitter se han ido haciendo cada vez más y más famosos. Se ha convertido en algo crucial acortar al máximo nuestras palabras y, por ende, lo que compartimos.
Sin embargo no es oro todo lo que reluce. Y es que es de cajón que si los acortadores de enlaces ocultan la dirección real que estamos compartiendo, no era de extrañar que tarde o temprano los spammers, y gente de mala vida utilizara esto para aprovecharse de nosotros, pobres incautos, para infectarnos el ordenador de porquería variada.
Symantec ha lanzado un vídeo bastante demostrativo que nos enseña como en cuestión de segundos pasamos de tener un ordenador limpio como la patena a uno más infectado que la sala de espera de un hospital. El vídeo lo podéis ver a continuación:
Existe algún script para Greasemonkey que nos permiten descubrir que se esconde detrás de una dirección acortada, pero sin duda alguna la herramienta base es la del sentido común. Si no conocemos al tipo que nos envía el enlace mejor no pinchar, porque hay posibilidades de que detrás de eso se esconda algo más desagradable que Rick Astley.
Vía | Tech Crunch