Squabble es un frenético Wordle Battle Royale en el que puedes competir con otros para adivinar la palabra

Wordle era un simple juego creado por una persona para otra persona y terminó convirtiéndose en un fenómeno, vendido por más de un millón de euros y con un sinfín de traducciones y variantes.

Justo en el tema de las variantes, una de las más interesantes que he encontrado recientemente (aparte del Nerdle para los amantes de las matemáticas), es Squabble, una versión multijugador online y competitiva de Wordle.

Hasta 99 jugadores compitiendo a la vez por adivinar la palabra más rápido

Squabble es básicamente un Wordle Battle Royale, es decir una partida contra otros jugadores que van cayendo como moscas mientras más tiempo pasa hasta que queda un solo ganador. La palabra sigue las mismas reglas de Wordle: cinco letras, seis intentos, las letras cambian de color según estén o no en la palabra o el sitio correcto, y todos tienen que adivinar la misma.

Debes intentar adivinar palabras hasta que seas el último en pie. Si adivinas correctamente, harás daño a tus oponentes, si adivinas mal, recibirás daño.

Además de esto hay que luchar contra el reloj: recibes 1 daño cada segundo, y te curas el daño cuando aciertas. Como en todos los Wordle, las letras amarillas indican que la letra está en la palabra en una posición diferente. Las letras verdes indican que la letra está en la posición correcta. Si permanecen en morado es que no están en la palabra.

Squabble tiene dos modos. El modo Blitz se puede jugar con 2-5 jugadores, el modo Royale se puede jugar con 6-99 jugadores. Puedes crear una partida de cualquier tipo o unirte a una ya empezada para jugar con gente al azar.

Si creas una partida puedes compartir la clave del lobby con tus amigos y tener una competencia privada. Al final de cada partida puedes ver una repetición instantánea de todos los movimientos de cada jugador. Es un caos total, y bastante divertido si te gusta la competencia.

Esta versión por ahora solo se encuentra disponible en inglés, pero no extrañe que también se popularice lo suficiente como para que aparezca en otros idiomas en el futuro.