Creo que somos muchos los que a la hora de escoger un restaurante miramos las opiniones del sitio y la comida en Internet. No será por falta de páginas web y servicios a los que acudir: Foursquare, Yelp, TripAdvisor, Google Places, 11870, etc. Todos son perfectamente válidos para conocer el sentir general sobre la comida de un restaurante pero el problema es que el sentir general poco tiene que ver con la personalización que está tan presente en los productos y servicios online de hoy en día.
Toda opinión es relativa y subjetiva. Parece una obviedad decirlo, pero las opiniones son muy personales y en el mundo de la comida y la cocina todavía más porque influyen muchos factores externos que son específicos de cada persona: qué tipo de comida comes habitualmente en casa, la calidad de los productos que sueles utilizar, si eres amante de la calidad o de la cantidad, etc etc. Esto hace que los servicios de recomendación de restaurantes, en mi humilde opinión, sean poco fiables hoy en día.
Alguno podrá pensar que esto es así con todos los sectores, no únicamente con el de la cocina, pero creo que no. Aunque toda sugerencia conlleva un elevado grado de subjetividad, ésta es mucho menor cuando intentamos decidir entre varias tarjetas gráficas, aerolíneas o destinos de vacaciones. Si te gusta X puede resultar sencillo recomendar Y en dichos casos, pero en el caso de la comida existe tal serie de condicionantes que una recomendación acertada y fiable es difícil de encontrar.
Difícil de interpretar, difícil de mostrar
Las mejores recomendaciones en este caso suelen ser la de personas que son afines, que tienen unos gustos similares y que conocemos que tienen un buen paladar o que aprecian la buena comida. Este tipo de características son muy difíciles de interpretar y sobre todo de mostrar de una forma intuitiva en servicios como Foursquare, Yelp o 11870.
Cuando uno se registra en cada uno de ellos tiene la opción de agregar a sus contactos en Twitter o en Facebook, obviando que comer y ser amigos (o comer y ser seguidores) poco tiene que ver. Es por ello que cada vez cobra más importancia no el _social graph_, si no el _interest graph_. Grupos de contactos que se ajustan a los intereses de cada situación y que, de alguna forma no sencilla, sabemos que son afines.
Mientras esto no ocurra y, repito, no es una tarea trivial o fácil de implementar, las recomendaciones de restaurantes y comidas deberán ser interpretadas en su debido contexto y cogidas con pinzas. Seguro que en alguna ocasión habéis entrado en un restaurante determinado guiados por las recomendaciones de servicios online como Foursquare o 11870 para llevaros un chasco descomunal y preguntaros qué comen esas personas en sus casas.
Imagen | Wikimedia En Genbeta | Seis servicios para pedir comida a domicilio
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