Todo tiempo pasado fue mejor, o al menos eso piensan los usuarios de Facebook. Y es que a la red social más popular del mundo le ha ocurrido lo del "síndrome Hotmail", vale decir, que una renovación de diseño necesaria para optimizar el rendimiento y hacer la navegación más sencilla termina incomodando a los usuarios habituales, que ya estaban acostumbrados a la antigua (y sobrecargada) interfaz.
Lejos de tratarse de unos pocos reclamones, nos encontramos con grupos de protesta que suman decenas de millones de usuarios. El problema es que, desde mi punto de vista, ellos piden lo imposible, ya que por un lado reconocen que el nuevo diseño es más rápido y ordenado, pero se niegan a usarlo por que "las cosas han cambiado de lugar". Hacen lo de "lo quiero para ayer" pidiendo tener perfiles plagados de widgets, pero que carguen rápido, que la interfaz sea más sencilla, pero a la vez tener todo en la página inicial. Incluso se han creado aplicaciones permiten emular la antigua interfaz, y algunos usuarios han ido más allá y han amenazado con dar de baja sus cuentas si se les sigue forzando a ocupar el nuevo diseño (que desde el viernes pasado es obligatorio).
A mi juicio se trata simplemente de miedo a lo desconocido, tal como el rechazo que a muchas personas le produce la Ribbon de Office 2007, el Explorador de archivos de Vista, o la "extraña" interfaz de Mac OS X. En los 3 casos, se trata de GUIs que, si las usamos por primera vez, nos pueden resultar muy incómodas, pero que después de habituarnos a ellas nos damos cuenta de que nos permiten realizar las mismas tareas en menos tiempo.
La red social de Zuckerberg esta en una verdadera paradigma encrucijada. No pueden quedarse en el pasado como MySpace y seguir con una interfaz tosca y poco usable que permite que los perfiles lleguen hasta el infinito y más allá. Pero el ignorar a la enorme cantidad de usuarios descontentos puede terminar pasándoles la cuenta..