Nuestros amigos de El Blog Salmón se hacen eco de la noticia de que las altas esferas de Facebook y Twitter se reunieron para intentar hacer un trato por el cual Facebook compraría Twitter por 500 millones de dólares. Quizás os parezca mucho o quizás poco, pero el caso es que es una cantidad tremenda para un servicio el cual aún no se sabe muy bien como rentabilizar.
Obviando temas económicos, analicemos un poco lo que podría haber supuesto esta compra, que finalmente no fue. Twitter se puede integrar en Facebook de una manera más o menos sencilla, actualizando nuestro mensaje de estado cada vez que actualizamos nuestro Twitter. Esto no tiene mucho misterio y realmente tampoco creo que Twitter en Facebook sirva para mucho más.
Entonces, ¿para que quiere Facebook a los usuarios de Twitter? Bueno, está claro que Facebook tenía planes ocultos para sacar partido de esta plataforma de microblogging, porque sino nadie invierte 500 millones de dolares en una plataforma así. Aunque quizás oculto no sea la palabra correcta, pero está claro que pretendía sacar dinero de todos nosotros.
Se me ocurre, por ejemplo, utilizar a sus patrocinadores en Facebook para adornar nuestros perfiles de Twitter, hacer estadísticas de uso y usarlas para su bien en Facebook y un millón de posibilidades más que seguro que tenían guardadas en la manga. Aunque lo que más me preocupa es el hecho de que unieran nuestras cuentas en una sola.
Normalmente uno se registra en Facebook con su nombre real, agrega a amigos, compañeros de trabajo, gente que conoce por internet o a quien le de la gana. Sin embargo hay un pequeño sector que prefiere mantener en el anonimato su perfil internetero, y quizás no le interese que su primo el del pueblo o su compañero gracioso de trabajo sepa que tiene un Twitter que actualiza cada cinco minutos, porque probablemente ni si quiera entienda lo que es un Twitter.
Y está claro que si en Facebook y Twitter estamos registrados con la misma cuenta de correo, era cuestión de tiempo que esto hubiera ocurrido, aunque supongo que nos hubieran permitido separar las cuentas y no mostrar nuestras actualizaciones, pero apuesto a que lo hubieran hecho de la manera más rebuscada posible.
De todas formas todo esto eran simples conjeturas ya que, finalmente y como ya he comentado, la transacción no se realizó ya que Facebook pretendía pagar una parte en dinero (del de verdad) y el resto en acciones de Facebook.
Vía | El Blog Salmón
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