Tuvalu es un país pequeño y situado en medio de la nada, en un punto del Pacífico entre Australia y Hawai. Su población, de en torno a 11.000 habitantes y repartida entre 9 islas, supera por poco a la de la comarca de La Bañeza (León), y de ellos tan sólo un 49,32% tiene acceso (y lento, via sátelite) a Internet.
Y sin embargo, 1 de cada 12 dólares que ingresan sus arcas públicas provienen directamente de Internet, más concretamente del dominio de nivel superior geográfico que la Unión Internacional de Telecomunicaciones le concedió en 1996: los .tv.
Un cuarto se siglo después de la concesión del mismo (que, aunque está vinculado al nombre del país, remite internacionalmente a la televisión), la creciente popularidad de los servicios de streaming vídeo y videojuegos están generando ingresos igualmente crecientes para el gobierno isleño: recordemos que Amazon, por ejemplo, dotó a su popular plataforma Twitch de uno de estos dominios.
Una economía basada en la pesca... y en los dominios de plataformas de steaming
La principal fuente de ingresos de Tuvalu lo constituyen la venta de sus derechos pesqueros. Pero la venta de dominios .tv se sitúa ya en segundo lugar, y las autoridades tuvaluanas le ven potencial para situarse en el primer puesto. En unas declaraciones para el Washington Post, Seve Paeniu, ministro de Finanzas de Tuvalu, afirma lo siguiente:
"[Los .tv] nos han proporcionado un ingreso fijo y seguro. Permite al gobierno proporcionar servicios esenciales a nuestra gente, como la escolarización y los servicios médicos, así como mejorar la infraestructura económica básica".
Los .tv se empezaron a comercializar en 1998, a través de la compañía canadiense Information.CA. El retraso en los pagos hizo que el contrato pasara a ser asumido por la californiana Idealab y, poco tiempo después, el primer millón de dólares recibido por el gobierno de Tuvalu le permitió ingresar en 2000 como el 189º miembro de la ONU.
En 2001, la comercialización de dichos dominios recayó en la compañía estadounidense Verisign. El acuerdo entre las islas y esta compañía, actualmente vigente, se renovó en 2011 y le genera a Tuvalu 5 millones de dólares anuales en ingresos.
Sin embargo, ese acuerdo habrá de revisarse en 2021 (ya sea quedando en manos de Verisign o pasando a los de otra compañía), lo que podría derivar en ingresos aún mayores para los tuvaluanos.
¿Corremos el riesgo de quedarnos sin dominios .tv?
Si Tuvalu te sonaba de algo antes de leer este artículo, es muy probable que fuera por los insistentes rumores de que sus 9 islas podrían acompañar a las Maldivas en su pronosticado hundimiento bajo las aguas marinas si el nivel de éstas subía a causa del cambio climático.
El ICANN (siglas en inglés de la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números) llegó a aclarar oficialmente qué ocurriría con los dominios .tv si Tuvalu era tragada por las aguas, comparándolo con la suerte que corrieron los dominios .yu de la antigua Yugoslavia:
"La respuesta es sencilla: si un país deja de existir, bajo la política vigente tendrá que ser retirado del dominio. ICANN permitirá un período de transición razonable para que las partes afectadas pueden llevar a cabor la transición a otros dominios. En el caso más reciente, .YU (reemplazado por .RS y .ME), hubo un período de transición de 3 años".
Pero no debemos temer por la desaparición de los .tv. En primer lugar, porque la política del ICANN admite excepciones, como la que permite que se sigan registrando dominios .su (vinculados a la Unión Soviética) aún hoy en día. Y, en segundo lugar, porque pese a las proclamas más apocalípticas la superficie de Tuvalu ha crecido 73 hectáreas en los últimos 40 años, el equivalente al tamaño de Disneyland.
Imagen | Stefan Lins
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