Los retos más grandes que la humanidad tiene por delante no van a ser resueltos por individuos, sino por grupos de personas colaborando para conseguir lo que sólo una no puede hacer. Con ese eslogan, los emprendedor español Ariel Camus y Miriam Muros ha creado un nuevo proyecto con el que dos desarrolladores desconocidos tendrán que cooperar para solucionar problemas.
Se llama Coderoulette, y es un servicio similar al popular Chatroulette, pero para programadores. Cuando alguien inicie sesión, se le emparejará automáticamente con otro desarrollador mediante una conferencia en tiempo real. Se les presentará un único reto de programación, y tendrán que solucionarlo usando pair programming y un entorno de programación colaborativo.
Coderoulette quiere fomentar el aprendizaje colaborativo, por lo que incluye el reto añadido de que los el lenguaje que habrá que utilizar se seleccionará de forma aleatoria justo antes de que empiece el reto, que durará un mínimo de 30 minutos. Lo único que se les garantiza a los programadores es que les tocará un lenguaje que por lo menos uno de los dos conozca.
Esto quiere decir que no sólo habrá que superar la barrera que supone el colaborar con alguien que no conoces y que al poder ser de cualquier parte del mundo puede no dominar bien tu idioma, sino que cabe la posibilidad de que toque programar en un lenguaje que uno de los dos no conozca y haya que invertir tiempo en enseñarlo o tratar de aprenderlo cuanto antes.
En cuanto a los retos, son de programación y algoritmia, y han sido diseñados junto a un equipo de expertos en retos para programadores. Han empezado con una base inicial que ofrece una cantidad suficiente como para que cada programador tenga al menos 20 horas de entretenimiento, y su dificultad va creciendo mucho según vas avanzando.
Hablamos con Ariel Camus, uno de sus creadores
Ariel Camus es un viejo conocido del panorama español de emprendedores. Hace años fue uno de los creadores de TouristEye, la startup de planificación de viajes que consiguió crecer hasta el millón de usuarios y ser comprada por Lonely Planet. Con él hemos hablado para hacerle algunas preguntas sobre su proyecto.
¿Cuando y cómo surgió la idea de crear la web?
Llevo dos años trabajando en ideas para crear formas de aprender que sean más prácticas y sociales que la típica clase pasiva en la universidad. En particular me llama mucho la atención el tema del aprendizaje colaborativo (collaborative learning y peer to peer learning).
Es fabuloso cómo en los últimos 5 años miles de empresas, organizaciones y gobiernos han creado contenido educativo de alta calidad que ahora está disponible gratis en Internet. Sin embargo, aprender (y enseñar) no se limita al contenido. La mejor manera de aprender es creando cosas, usando lo que estamos aprendiendo.
Por eso, aprovechando que hay millones de personas aprendiendo en Internet de forma pasiva (viendo vídeos o leyendo tutoriales), se me ocurrió que podíamos conectar a gente que estuviera aprendiendo lo mismo y darle retos y proyectos en los cuales colaborar para aplicar lo que están aprendiendo y ayudarse mutuamente en el proceso.
Coderoulette se me ocurrió como una forma de jugar con la idea de colaborar y aprender con extraños.
¿Cómo te ayudó tu experiencia con TouristEye en el proyecto?
El hecho de que Coderoulette sea un experimento y no un producto comercial o una empresa es reflejo de lo aprendido con TouristEye. Lanzar una empresa es una responsabilidad muy grande contigo mismo, con tus socios, empleados y usuarios, y lo más probable es que te lleve los próximos 3-6 años de tu vida. Por eso antes de lanzarme de lleno a crear una empresa decidí empezar por experimentar con los conceptos que creo que pueden ser la base de un buen producto. Eso es Coderoulette, un experimento para validar si el aprendizaje colaborativo online es algo que interesa o no.
¿Cómo fue el proceso para llevarla a cabo?
Hace más de 6 meses que escribí las primeras líneas de código para ver si era posible reutilizar tecnología existente para construir Coderoulette. La respuesta fue que sí. Unos meses después hablando con Miriam Muros le hablé de la idea (que había puesto en pausa por falta de tiempo) y decidimos lanzar el proyecto juntos.
Pasamos dos semanas montando un MVP que probamos con gente que emparejábamos de forma manual. Después hemos pasado dos meses trabajando con una tercerca persona (Wiki Chaves, diseñador) para darle forma al producto, trabajar en el onboarding, métricas y en la experiencia de usuario en general.
La parte más complicada ha sido la videoconferencia. Queríamos evitar tener que montar nuestra propia infraestructura, pero a la vez queríamos que el vídeo y el audio fueran parte de la experiencia de usuario. Coneguirlo sin tener que reinventar la rueda y que la calidad fuera excelente no fue sencillo, pero lo conseguimos.
¿Cómo está siendo la acogida de los primeros usuarios?
Todavía es demasiado pronto para decir nada. Se están formando parejas y están participando. La conversión de visitantes a usuarios que prueban la experiencia es más alta de lo que esperábamos. Ahora necesitamos darle a los usuarios un poco de tiempo para que completen algunos retos y escuchar de su experiencia.
¿Cuales son vuestros planes de futuro para el proyecto?
Coderoulette es nuestro primer experimento en aprendizaje colaborativo. La complejidad de Coderoulette como producto es que requiere que dos personas se conecten a la vez para que el emparejamiento se haga rápido y no tengas que esperar mucho. Por ese motivo estamos siendo muy agresivos con la campaña de lanzamiento para asegurarnos de que la primera semana hay muchas parejas. A partir de la segunda semana es muy probable que limitemos el acceso a Coderoulette y que publiquemos todas las métricas y lo que hemos aprendido del experimento.
Estamos trabajando en nuestro primer producto comercial basado en algunos de los conceptos de Coderoulette. Queremos ayudar a la gente a usar aquello que están aprendiendo para crear y construir proyectos reales. Y queremos hacerlo a través de la colaboración entre usuarios. La diferencia es que en el nuevo proyecto la colaboración ocurre a lo largo de un periodo largo de tiempo y no de una sola sesión de media hora como en Coderoulette.
¿Qué consejo le darías a esa persona que tiene una buena idea pero no se atreve a lanzarse con ella?
Que defina claramente cuál es el problema que su idea está intentando solucionar y que se enfoque en identificar el MVP (mínimo producto viable) que tiene que construir para ver si ese problema es algo que afecta a muchas personas que están dispuestas a pagar por una solución. La mayoría de las veces es posible crear ese MVP sin siquiera tener que escribir una línea de código.
Enlace | Coderoulette
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