Ayer os hablábamos del rumor, y hoy parece que se confirma todo: Microsoft ha comprado Skype por 8500 millones de dólares. Según las informaciones, el anuncio oficial se haría a las 5 de la mañana, hora del pacífico (las 2 de la tarde en España).
A pesar de tener bastante éxito, Skype no es una compañía rentable. Tiene una deuda de 686 millones de dólares, que, aun así, sigue siendo menor a las pérdidas de la división online de Microsoft. Tampoco está claro qué va a obtener Microsoft de esta venta, ni cuál será el futuro de Skype. Por eso, vamos a analizar aquí en Genbeta esta compra.
¿Por qué no Facebook o Google?
Lo primero que nos puede llamar la atención es que haya sido Microsoft quien se lleve a Skype y no Facebook o Google, que son los primeros candidatos que se rumoreaban. A primera vista, parece que la mejor opción habría sido ir a alguno de los dos, ya que tienen más éxito en Internet que Microsoft.
Sin embargo, ni Google ni Facebook convienen a Skype. Google ya cuenta con Google Voice para videollamadas, que además está integrado en sus teléfonos Android. Una aplicación aparte, como Skype, y además centrada en programas y no en la web no cuadraría con el esquema que Google tiene actualmente.
Con Facebook el panorama es peor todavía. La red social sólo tiene interés en ella misma y en explotar su red de usuarios. No necesita una aplicación tan completa como Skype: en caso de que Facebook estuviese interesado en dar videollamadas, bastaría con desarrollar una aplicación sencilla, integrada en la web y aplicaciones móviles y el efecto red haría el resto. La situación sería similar a la que os comentaba el otro día con Foursquare: Facebook sólo necesita dar algo sencillo para aprovechar su inmensa base de usuarios y así lograr un producto ampliamente usado.
Además, Facebook no sale precisamente perjudicado si Microsoft compra Skype. Recordemos que Microsoft es un inversor en esta red social, y que también tiene acuerdos de colaboración con Skype. Facebook no sale nada mal parado de este acuerdo: Microsoft podría potenciar esos acuerdos de Skype y Facebook y todos saldrían ganando.
Es decir, que por muy extraño que parezca, es Microsoft quien mejor puede aprovechar Skype. Y tiene varias razones para ello.
Microsoft puede dar un gran impulso a Skype en las empresas
En la gran mayoría de empresas, la presencia de Microsoft es muy importante. No sólo con el sistema operativo Windows, sino también con aplicaciones corporativas especializadas: Microsoft Sharepoint es la principal. Con Skype, los de Redmond podrían proporcionar a las empresas un sistema de videoconferencias muy potente e integrado dentro de la estructura corporativa.
Para las empresas, sería una forma sencilla de implantar estos sistemas sin tener que recurrir a soluciones externas, y para Microsoft significaría una buena fuente de ingresos. Hay que recordar que, aunque el mercado particular es importante, una gran parte del beneficio de Microsoft proviene de empresas que usan sus productos.
Más razones: Skype en Windows Phone frente a Google Voice y Facetime
Otra razón que hace que Microsoft esté interesado en Skype es Windows Phone. Mientras que sus competidores, Android e iOS, cuentan con Google Voice y Facetime para hacer videollamadas por Internet, Windows Phone no tiene ninguna solución nativa (sin recurrir a aplicaciones externas). Con Skype, Microsoft tendría muchísima ventaja sobre el resto de sistemas móviles: es un sistema ya desarrollado y más completo que Facetime o Google Voice, y con más usuarios.
De aquí podemos deducir otra cosa: Microsoft no debe quitar Skype de ningún sistema. Si, por ejemplo, retira o deja de desarrollar Skype para iOS o Android, dejaría la puerta abierta a que otro servicio llegase ofreciendo lo mismo en todos los sistemas y además frenaría la expansión de Skype. Ahora mismo, Microsoft debe mantener Skype en todos los sistemas que pueda.
Skype integrado en Windows: ¿Y Live Messenger?
Otro resultado de la compra podría ser que Skype estuviese más presente en Windows, ya sea como aplicación por defecto del sistema o con una integración con el resto de características de Windows. Sin embargo, aquí surge una pregunta: ¿qué pasa con Windows Live Messenger?
Hay que recordar que a pesar de ser una aplicación de mensajería instantánea WLM también ofrece videollamadas como Skype. ¿Qué ocurriría entonces? Personalmente, creo que ambos seguirán independientes: unirlos sería la forma perfecta de destrozar Skype, que está muy bien como está y no necesita añadidos de Windows Live Messenger. Así, seguramente Microsoft deje un poco de lado la videollamada de WLM en favor de Skype, de forma que ningún usuario sufriría un cambio drástico.
¿Qué ocurrirá con las aplicaciones de Skype para otros sistemas?
Existe el miedo de que, con la compra, Microsoft retire Skype para otros sistemas que no sean Windows. Para mí, sería un movimiento suicida: no habría mejor manera de tirar 8500 millones de dólares a la basura. El valor de Skype se basa en la videoconferencia, sí, pero también en la red de usuarios. Microsoft tiene que asegurar que Skype puede llegar al máximo número de personas, ya que eso será lo que decida quién gana o pierde en este juego.
Por esto mismo, no creo que Microsoft retire las aplicaciones de Skype para Mac, iOS o Android. Sin embargo, el futuro que sí veo dudoso es el de la aplicación para Linux. No creo que Microsoft considere que Linux merece la pena para desarrollar una aplicación para ese sistema, así que no me extrañaría que parase el desarollo de esa versión (más todavía, sí). No creo que la retiren directamente, aunque en un futuro una actualización del protocolo interno podría dejarla inservible y Linux se quedaría sin Skype.
No sería nada raro: a Skype le conviene llegar a otros sistemas antes que a Linux. Por ejemplo, podríamos ver a Skype para XBox: aprovechando Kinect sería una forma muy divertida de hacer videoconferencias.
¿A qué problemas se tiene que enfrentar Microsoft con Skype?
Aunque el escenario parezca muy favorable para la empresa de Redmond, también van a tener que enfrentarse a algunos problemas con Skype, principalmente económicos. Recordemos que tanto Skype como la división online de Microsoft no resultan rentables: los dos tienen pérdidas importantes.
La solución es responder a la siguiente pregunta: ¿Cómo consigues rentabilizar un servicio que ofrece a los usuarios llamadas gratis, cuando normalmente estas llamadas se cobran? No es fácil, aunque creo que Microsoft puede resolverlo manteniendo el servicio gratuito.
Desde mi punto de vista, hay tres claves que permitirían rentabilizar Skype. Primero, la marca Microsoft detrás de Skype dará más confianza a los usuarios para contratar los servicios de pago. Segundo, la expansión de Skype a Windows Phone puede resultar en más usuarios de pago o incluso en acuerdos con las operadoras móviles. Y por último, Skype en entornos corporativos puede dar bastante dinero a Microsoft.
Habrá que esperar a ver qué pasos decide dar Microsoft, y si finalmente consigue rentabilizar Skype y recuperar el dinero invertido. Yo creo que Microsoft es perfectamente capaz de dar un empujón muy fuerte a Skype y de hacer de la compra más cara de su historia todo un éxito.
ACTUALIZACIÓN: Microsoft ha confirmado la adquisición de Skype por 8,5 mil millones de dólares. Podéis leer el comunicado oficial aquí.
Más información | Wall Street Journal