GTD, Pomodoro, Eisenhower... hay métodos de productividad para todos los gustos. Y eso está muy bien, pero hace que todos olvidemos cómo nos organizábamos antes de la explosión de la web 2.0 y los terminales móviles: con una simple agenda. Y esa agenda se puede trasladar ahora a los calendarios que tenemos en la nube actualmente con la guinda de añadirle tareas.
No me refiero a una simple lista de citas personales o de trabajo: sino de añadir también las tareas que tenemos que hacer en el calendario. Cualquier solución de calendario presente en Google, Apple o Microsoft nos da todo lo que necesitamos: varias alertas, establecer la duración de una tarea, notas adjuntas, datos de localización en un mapa, varias categorías por calendario y sincronización con todos nuestros dispositivos.
Mover tareas a una hora diferente se reduce a mover un evento del calendario, e incluso podemos trabajar en equipo con los calendarios compartidos. Puede parecer simple, pero hay quien se adecua a ello y desde entonces no quiere oír hablar de otra aplicación adicional para organizarse.
Como último inciso, las tareas que dejemos atrás en el calendario a medida que avance el día también nos sirven para ver nuestra productividad en una jornada. Podemos ir moviendo las tareas para que se queden justo en la hora a la que las hemos terminado, y más adelante consultar todo el día en retrospectiva: vemos cuántas cosas hemos hecho y cuánto tiempo hemos tardado en hacerlas. Y por colores, cuántas tareas hemos hecho de los proyectos determinados.
Como siempre, depende de los gustos de cada uno. Haced la prueba y comprobad si preferís esto o la clásica lista de tareas, que por supuesto siempre será más adecuada en ejemplos como una lista de la compra.
Imagen | saladisiac
En Genbeta | Pomotodo: el resultado de sumar una lista de tareas y la técnica pomodoro
Ver 3 comentarios