Microsoft no podría haber soñado con un mejor primer mes para Windows 10. Su táctica de regalar las licencias a los usuarios de Windows 7 y 8 resultó ser un éxito, y tras los primeros treinta días los de Redmond ya estaban sacando pecho por haber conseguido superar la barrera de las 75 millones de instalaciones ordenadores y portátiles.
Pero a pesar del exitoso primer acelerón del nuevo sistema operativo en las últimas dos semanas no hemos vuelto a tener datos sobre él, y seguramente no volvamos a tenerlos hasta que consiga haberse instalado en más de 100 millones de equipos. ¿Y cuánto queda para eso? Pues quizás un poco más tarde de lo que esperábamos, porque tal y como nos cuentan en Neowin a día de hoy sólo han conseguido subir hasta 81 millones.
El que Windows 10 se haya instalado en apenas 6 millones de equipos más en los últimos 10 días no es una mala cifra, de hecho ya querrían otros poder mover esas cantidades, pero deja en evidencia que el sistema operativo de Microsoft ha empezado a pisar el freno con violencia y que su crecimiento es mucho más lento que el que estaba experimentando hasta ahora.
¿Por qué frena el crecimiento de Windows 10?
¿Cuales pueden ser las razones para esta deceleración? Lo más fácil sería pensar que todos los que querían dar el salto inmediatamente a Windows 10 aprovechándose sí o sí de la licencia gratuita lo han hecho ya, y que el ritmo que estamos viendo sea el natural con el que que siga a partir de ahora.
Pero también cabe la posibilidad de que las críticas vertidas sobre todo a la manera en la que Windows 10 podría estar recopilando nuestro datos personales hayan tenido algo que ver en la deceleración de su adopción. Después de todo el de la privacidad es un tema muy sensible hoy en día, y un paso en falso a la hora de mostrarse como un sistema operativo seguro y transparente podría venirles muy mal.
En cualquier caso aun es pronto para sacar conclusiones. Windows 10 sigue creciendo y hace unos días superó a OS X quedándose a sólo la mitad de camino de alcanzar la adopción de Windows 8.1 y Windows XP. ¿Conseguirá alcanzar a estos dos sistemas operativos antes de acabar el año y convertirse en el segundo sistema operativo por detrás de Windows 7? Todo dependerá de si esta deceleración es un bache temporal o si sigue agravándose.
Vía | Neowin
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