El sistema de actualizaciones de Windows 10 fue diseñado de forma negligente, y Microsoft no ha reparado sus problemas. Es parte de lo que denuncia tres usuarios de Illinois que han decidido llevar a los de Redmond a los tribunales por haber perdido los datos de su ordenador durante una de las actualizaciones de Windows 10.
El principal problema de los demandantes, como cuentan en Ars Technica, es que Windows 10 eliminó todos los datos de la anterior versión del sistema operativo, causando un daño tal que en algunos de los casos fue imposible reparar el equipo y hubo que comprar uno nuevo. Uno de los denunciantes asegura que Windows 10 se les empezó a instalar sin permiso, y que el sistema de Microsoft "no comprueba si el disco duro puede soportar el estrés de la instalación".
Se trata de una acción judicial conjunta de estos tres ciudadanos afectados que lleva unos días fraguándose, y cuyo denominador común es que han visto los datos de sus equipos destruidos por la actualización a Windows 10. Sin embargo a todos les ha pasado de la misma manera, ya que hay quienes tuvieron los problemas tras aceptar la actualización.
En cualquier caso, la queja final de todos ellos es la misma, que el programa para actualizar de Windows 7 u 8 a Windows 10 no se molesta en mirar si el hardware o software de un equipo es compatible antes de iniciar la actualización. De hecho, también hay casos en las que esta no llega a producirse, pero tras fallar tres veces el proceso su equipo queda dañado y acaba perdiendo datos.
Según la demanda, los problemas son tan endémicos y generalizados que demostrarían que Windows 10 ha violado su garantía implícita de comerciabilidad. Por ello, los demandantes creen que Microsoft debería por lo menos haber tenido un cuidado razonable en el diseño, la formulación y la fabricación de su producto, y avisar al detectar problemas de que habría que hacer copias de seguridad. Por eso consideran que debe más de 5 millones de dólares en daños, tanto reales como punitivos.
Las actualizaciones, el gran problema de Microsoft
Como recordarás, Windows 10 llegó con la oferta de poder ser adquirido de forma gratuita por los usuarios de Windows 7 y 8.1, una estrategia bastante agresiva que fue yendo a más según la empresa iba "insistiendo" e incluso "forzando" el realizar esas actualizaciones. Sigue habiendo mensajes en foros y comunidades online que dicen haber sufrido pérdidas de datos durante la actualización, y ahora parece que alguien ha decidido ir más allá y llevar el caso a los tribunales.
Microsoft se defiende, como no podría ser de otra manera, y ha emitido este comunicado oficial:
"Si un cliente que actualizó durante el programa de un año necesitó ayuda con la experiencia de actualización, tuvimos numerosas opciones incluyendo soporte al cliente gratuito y 31 días para volver a su antiguo sistema operativo. Creemos que las demandas de los demandantes no tienen mérito".
Así pues, desde Redmond aseguran que ellos dieron el suficiente soporte, aunque a decir verdad esto no tiene por qué estar reñido con la denuncia de que su producto ha sido defectuoso y ha hecho perder datos a los usuarios, lo cual en el caso de profesionales puede haberles llevado a perder dinero. Habrá que ver cómo maneja Microsoft la solución para que no surjan demandas parecidas.
Vía | Ars Technica
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