Vale, ya está. Se acabó. Microsoft ya ha dejado de ofrecer licencias de Windows 10 gratis. Con todo lo que han estado insistiendo los de Redmond, las polémicas que ha tenido por actualizar algunos ordenadores sin permiso, y con todo lo que hemos insistido también nosotros, hay pocas excusas para no tener tu copia.
Pero puede darse el caso de que no tuvieses licencias originales de Windows 7 u 8 para aprovechar la oferta. ¿Qué pasa ahora entonces? Pues que tienes que pasar por caja, ahora te diremos los precios, aunque también hay una última alternativa para poder tenerlo gratis a cambio de cooperar en su desarrollo.
Espera, ¿aún se puede tener Windows 10 gratis?
Técnicamente no, por lo menos no de manera oficial o con la versión completa y estable de la que gozan los usuarios de pago. Pero hay una pequeña alternativa: que te suscribas al programa de betatesting de Microsoft, el Windows Insider Program. Con él te convertirás gratis en un betatester que probará las versiones preliminares de Windows 10 y sus actualizaciones.
Si te has instalado Windows 10 descargándote su ISO y no has comprado una clave de producto para activarla, puedes empezar a recibir compilaciones Insider Preview activando la opción en las opciones avanzadas dentro del menú Actualización y Seguridad de las opciones de Windows 10. Una vez hecho, tendrás que elegir el tipo de anillo y unos minutos (u horas) después empezarás a recibirlas.
Tanto si quieres hacer este paso, como si no tienes Windows 10, antes de poder bajarte las builds de Insider tendrás que entrar en la web de Windows Insider y registrarte con tu cuenta de Microsoft. Una vez hecho eso, en el caso de que no tengas Windows 10, accederás a una página desde la que descargarte el instalador de las betas.
El trato aquí será el siguiente. Podrás tener Windows 10 gratis, pero a cambio tendrás que conformarte con que sea a través de versiones beta. Esto implica que serán versiones inestables y con bugs, que podrás enviar feedback con los fallos que detectes y que tendrás que responder cada cierto tiempo a algunas preguntas que te lanzará Microsoft sobre la versión que estás probando. Eso sí, por lo menos serás el primero en probar las nuevas características.
¿Cuales son las alternativas para comprarlo?
La primera opción para tener Windows 10 completo es hacerte con una licencia retail (o RTL). Son las que compras en establecimientos o en la Microsoft Store, donde el precio de la versión Home es de 135 euros. En cambio, si quieres la versión Pro tendrás que gastarte los 279 euros que cuesta online en la web oficial de Microsoft.
Este tipo de licencias RTL te permiten instalar Windows en más de un ordenador. Su única restricción es que no puedes utilizar la clave de tu licencia en más de un equipo a la vez, por lo que puede haber problemas a la hora de activar Windows si lo haces en varios equipos extra.
Por otro lado, también puedes hacerte con una licencia OEM comprándote un ordenador nuevo, ya que son las que vienes preinstaladas ellos. Su gran diferencia con respecto a las RTL es que siempre están ligadas a un único equipo, por lo que una vez activada no podrás utilizarla en ningún otro ordenador.
Y luego están las licencias de volumen de Windows o GVLK. Estas no pueden utilizarse por usuarios particulares, ya que están destinadas a pequeñas, medianas y grandes empresa. Hay varios tipos de ellas con diferentes características y limitaciones, y para conseguirlas tienes acceder a través de una página específica creada por Microsoft para empresas.
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