Todo fue posible gracias a la IA generativa que permitió a los estafadores falsificar la voz del máximo directivo del fabricante de coches
Esta misma semana, el prestigioso fabricante italiano de automóviles Ferrari se ha convertido en el objetivo de un sofisticado intento de estafa basado en el uso de inteligencia artificial, un caso del 'fraude del CEO', que involucraba el uso de deepfake para suplantar al CEO de la compañía, Benedetto Vigna, en un intento por engañar a otro directivo y así comprometer la seguridad financiera de la empresa.
Así fue el intento de estafa
Era media mañana del martes cuando un ejecutivo de Ferrari comenzó a recibir una serie de mensajes inusuales en su WhatsApp, supuestamente provenientes del citado Vigna: los mensajes hacían referencia a una importante adquisición en la que la empresa estaba trabajando y solicitaban la ayuda del ejecutivo para firmar un Acuerdo de Confidencialidad.
Sin embargo, los mensajes no provenían del número habitual de Vigna... y la foto de perfil, aunque mostraba al CEO con gafas y traje frente al logotipo de Ferrari, no era la habitual. Estos detalles levantaron las primeras sospechas.
En ese momento fue cuando los estafadores subieron la apuesta y se atrevieron a realizar una llamada telefónica recurriendo a un deepfake de voz: la voz misma y su acento del sur de Italia habían sido perfectamente simulados, pero al directivo le 'escamaron' las ligeras entonaciones mecánicas en la voz de su interlocutor.
Así, después de que el falso CEO mencionase un acuerdo confidencial que podría enfrentarse a problemas relacionados con China y que requería una operación de cobertura de divisas, el directivo receptor de la llamada decidió verificar su identidad preguntando por el título de un libro que Vigna le había recomendado recientemente. Ante esta pregunta, el estafador finalizó abruptamente la llamada.
Tras este intento de estafa, Ferrari inició una investigación interna. Los representantes de la compañía en Maranello, Italia, se han negado a realizar comentarios sobre el incidente.
No es el primer caso
En casos anteriores, han sido los propios CEO los que han caído en un timo al ser suplantada la identidad de un directivo de su empresa o de alguna compañía colaboradora. Así, el español Jaime Ondarza, CEO de Fremantle para el Sur de Europa, fue despedido hace unos meses tras ser víctima de una estafa por WhatsApp en la que transfirió casi un millón de euros a estafadores que se hicieron pasar por otra empresa del sector.
A pesar de ser una operación común para Fremantle, Ondarza fue engañado debido a la convincente actuación de los estafadores, tras lo cual la compañía decidió revisar sus protocolos de seguridad y destituirle.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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