La presión para implementar energías sostenibles lo antes posible implica que se deje de lado la seguridad de los dispositivos
Todos aquellos elementos tecnológicos cuyo uso se populariza terminan atrayendo el interés de los cibercriminales. Da igual que estemos hablando del comercio electrónico o de las nuevas fuentes de energía renovable.
Y es que, efectivamente, la rápida transición energética que hemos experimentado en los últimos años ha atraído también una amenaza la estabilidad de las redes eléctricas: los ciberataques dirigidos a paneles solares, capaces de desestabilizar la infraestructura energética de los países industrializados.
Un riesgo creciente
El crecimiento exponencial de la energía solar es un fenómeno global: según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), más de 100 millones de hogares dependerán de sistemas fotovoltaicos para 2030, lo que cuadruplica las cifras actuales.
Alemania, por ejemplo, conectó más de un millón de paneles solares sólo en 2023, superando la instalación total de los seis años anteriores combinados.
El crecimiento acelerado de las energías renovables plantea un dilema crucial: garantizar la ciberseguridad sin frenar la transición energética. Dick O’Brien, analista de Symantec, señala que la presión por expandir el sector ha llevado a que la inversión en gestión de riesgos y seguridad no sea prioritaria.
Pero la falta de medidas de protección adecuadas en algunos fabricantes, que priorizan la reducción de costos sobre la ciberseguridad, ha abierto puertas a posibles ataques. Según datos de la Unión Europea, sólo en 2023 se contabilizaron más de 200 ciberataques a infraestructuras energéticas, un número que sigue en aumento.
En el contexto de tensiones internacionales, los ciberataques a este tipo de infraestructuras se han convertido en un arma estratégica. Así, la OTAN y la Unión Europea están adoptando medidas para enfrentar esta amenaza.
Ejercicios como "Locked Shields" y "Cyber Europe", diseñados para detectar y reparar vulnerabilidades en sistemas energéticos, son parte de una estrategia para proteger las infraestructuras críticas... pero los expertos advierten que estas iniciativas deben acelerarse para mantenerse al ritmo de los hackers, que suelen explotar las brechas de seguridad antes de que sean parcheadas.
Un arma tecnológica al alcance de los hackers
Vangelis Stykas, un 'hacker de sombrero blanco' y consultor de ciberseguridad, reveló recientemente lo fácil que puede ser acceder a los sistemas de paneles solares conectados a Internet: desde su casa en Grecia, utilizando sólo un portátil y un teléfono móvil, logró burlar los cortafuegos de paneles solares en diversas partes del mundo.
La clave de su incursión fueron los inversores, dispositivos que convierten la energía solar en electricidad utilizable para la red. Estos componentes, al estar conectados a la nube, son susceptibles de ser manipulados para apagarse o incluso a la instalación de 'bombas lógicas' que se activen en un futuro.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
En Genbeta | De dónde viene la energía que estás consumiendo: este mapa interactivo te lo muestra con muchos detalles
Ver todos los comentarios en https://www.genbeta.com
VER 0 Comentario