La suplantación de entidades y plataformas web de referencia es, hoy por hoy, uno de los principales 'anzuelos' que usan los ciberestafadores a la hora de colarnos sus timos. Es normal. No hay nada mejor a la hora de desactivar nuestras sospechas que hacernos pensar que las instrucciones que recibimos vienen de 'la autoridad competente', que estamos haciendo negocios con alguna empresa reconocible o que hay alguien fiable supervisando alguna operación.
Si, además, los estafadores son capaces de encontrar algún 'nicho de mercado' donde la gente esté deseosa de encontrar 'gangas', tanto mejor. Y, por supuesto, el mercado del alquiler es un ejemplo de ello.
En este caso, desvelado por Maldita.es, una usuaria que buscaba piso en Andorra encontró uno a un precio de esos que 'no puedes decir que no': 600 € al mes (gastos de comunidad incluidos) pese a situarse en una calle céntrica. Muy por debajo de lo esperado para nuestra protagonista.
Sólo había algo extraño en todo esto: el casero (que decía haber puesto el piso en el mercado por haber trasladado a Tenerife, razón por la que no podía enseñarlo en persona) pretendía gestionar el pago del alquiler a través de la plataforma Booking, dedicada a la reserva de alojamientos turísticos.
¿La explicación? Que utilizarla como "mediador" ofrecía más "protección para ambas partes" y le evitaba viajar en vano:
"Una vez que se confirme el pago [de los 600 € del primer mes y otros 600 € de fianza], apuntamos una cita. No me envías ni un céntimo antes, el envío se hace a Booking. Solo pido que la estancia sea lo más larga que puedas, porque no me vale la pena viajar por tan poco tiempo"
"Recibirá una factura con los detalles de pago. Al principio, pagará a través de reservas, luego pagará mensualmente a mi cuenta. Una vez que has hecho el pago, viajo de forma personal para firmar el contrato y dejarte las llaves".
Bueno, suena lógico, aparentemente. A la usuaria también se lo pareció y dio el 'ok'. De modo que el casero le envió un enlace a Booking para realizar el pago. ¿Problema? Que no era la web de Booking la que estaba visitando. La clave reside en que la URL del texto sí comenzaba por 'booking.com', pero el hipervínculo real (es decir, la página a la que dirigía) era a una dirección parecida a esta: 'booking-approved731923401-w28ccd72o7.oniliost.com'.
Sin embargo, el engaño era difícil de detectar porque, al entrar, todo parecía estar correcto: la web parecía ser idéntica a la real, copiando todos los elementos de la original (menos el propio anuncio, inexistente).
Si la usuaria hubiera intentado realizar el pago exigido (cosa que no hizo) los datos de pago de su tarjeta introducidos en la supuestamente fiable web de 'Booking' hubieran terminado en manos de los estafadores, y con ello mucho más dinero que los 1.600 € previstos.
Consejos a seguir para evitar ser víctima de estafas como esta
- Siempre que accedamos a un enlace, comprobar que el dominio de la URL que se muestra en la ventana del navegador coincide con el esperado.
- Nadie da 'duros a cuatro pesetas': desconfía si el alquiler es demasiado barato para la zona en la que se encuentra el inmueble.
- Desconfía si el casero sólo quiere comunicarse mediante e-mail/mensajería/RRSS y no está dispuesto a mostrar el piso hasta después del primer pago.
- Intenta verificar la identidad del anunciante o que el inmueble existe.
- Huye de los métodos de pago poco ortodoxos.
Imagen | Basada en captura de pantalla de Maldita.es
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