"Tranquilo, que ahora me paso por su casa"
En los últimos días, se ha detectado en Madrid un alarmante tipo de estafa que comienza utilizando técnicas de vishing (suplantación de identidad telefónica) pero termina siendo ejecutada de manera presencial, exponiendo a las personas más vulnerables, como los ancianos, a graves riesgos tanto financieros como de seguridad personal.
El aviso lo ha realizado en la red X David Marugán, especialista en ciberseguridad, compartiendo el relato de un familiar afectado por este fraude.
El modus operandi: una llamada que parece legítima
Todo comienza con una llamada telefónica aparentemente inofensiva. Los estafadores, haciéndose pasar por empleados del banco de la víctima, se presentan como personal de la sucursal más cercana y le dan todo tipo de datos personales que parecen confirmar que son quienes dicen ser (aunque posiblemente deriven de alguna filtración).
A continuación, el estafador informa a la víctima de que se han detectado compras fraudulentas con sus tarjetas y que, como medida de seguridad, las mismas deben ser anuladas y reemplazadas. "Esta persona, muy preocupada", explica Marugán en referencia a su familiar, "le contesta que necesita al menos una tarjeta para comprar".
Ante esta situación (que será la de la mayoría de los usuarios), el criminal aprovecha la oportunidad y ofrece una solución: un supuesto trabajador del banco pasará por su casa a recoger las tarjetas "anuladas" y entregará las nuevas.
"El supuesto empleado, muy amable, le dice que precisamente tiene que hacer unas visitas a unos clientes cerca de su domicilio y que estará encantado de recoger las tarjetas 'anuladas' y entregarle las nuevas. Indica que las meta en un sobre, que apunte el PIN en un papel junto a las mismas, y que en un rato se pasaba".
La visita del "empleado": de lo digital a lo físico
El aspecto más inquietante de este fraude es que no se limita al ámbito telefónico: efectivamente, poco tiempo después de la llamada, un hombre con una gorra se presenta en la casa de la víctima. El delincuente recoge las tarjetas "anuladas" y entrega un sobre que supuestamente contiene las nuevas tarjetas.
"También le dice que ya ha hablado con su hijo para informarle de todo (anteriormente le había pedido el móvil de su hijo para ganar su confianza)".
Sin embargo, advierte a la víctima que no debe abrir el sobre hasta pasadas 48 horas, alegando que existe un procedimiento de seguridad que debe completarse antes de que las tarjetas estén activas.
Una vez en posesión de las tarjetas y, lo más alarmante, del PIN, el estafador se dirige al cajero automático más cercano y comienza a retirar dinero hasta agotar los límites de las cuentas. Cuando la víctima, por curiosidad, decide abrir el sobre antes de tiempo, descubre que no contiene nuevas tarjetas, sino simplemente dos pedazos de cartón blanco.
Recomendaciones para evitar este tipo de fraudes
- No compartas datos personales ni bancarios por teléfono, ni siquiera si dicen ser empleados bancarios.
- Nunca entregues tarjetas bancarias ni información personal a terceros, ni siquiera (de nuevo) si dicen ser empleados bancarios.
- Desconfía de llamadas no solicitadas que generen urgencia o pidan información sensible.
- Si recibes una llamada sospechosa, cuelga y contacta tú directamente con tu banco mediante los canales oficiales.
- Recuerda que ningún empleado bancario debe atenderte más que por teléfono y en la sucursal.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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