Cada vez es más difícil fiarse de alguien que te manda un SMS / que te escribe un e-mail / que te hace una llamada
La mayoría de nosotros hemos recibido alguna vez mensajes de texto o llamadas telefónicas fraudulentas. Estos intentos de estafa se han vuelto tan comunes que muchos usuarios procuran estar informados sobre los mismos, y no hacer caso "del primer mensaje que alguien les manda". Pero eso no impide que sigamos cayendo, porque los estafadores también saben eso, y se 'curran' sus engaños teniendo eso en cuenta.
Así, pueden usar el ID de remitente de SMS de autoridades y empresas fiables (SMS spoofing), suplantar la identificación de llamada telefónica (spoofing telefónico) o alterar la dirección de origen de un e-mail (e-mail spoofing), para que esos mensajes parezcan realmente enviados por alguien de quien nos fiamos.
Explotación de la autoridad
Es habitual, en los casos de estafas que recurren al phishing o al smishing, que intenten hacerse pasar por instituciones oficiales y/o consideradas fiables, como mejor manera de convencer a otros de entregar sus datos personales o financieros (o, directamente, su dinero)
Kam-Fung Cheung, profesor de la Universidad de Nueva Gales del Sur, explica que con estas palabras la táctica conocida como 'explotación de la autoridad':
"La gente tiende a confiar y a cumplir con las solicitudes cuando creen que están tratando con una fuente confiable".
Los estafadores utilizan esta táctica para hacer que las personas sean menos propensas a cuestionar la autenticidad de la comunicación. Además, la combinan con la manipulación emocional:
"Pueden afirmar que ha habido una violación de seguridad o una transacción anormal en su cuenta, haciéndose pasar por autoridades confiables como bancos".
Esto juega con la generación de miedo y de sensación de urgencia, empujando a las víctimas a actuar impulsivamente, como proporcionar un código de acceso de un solo uso, sin verificar la legitimidad de la comunicación.
Estafas dobles
Si hay algo peor que estafar a alguien haciéndote pasar por alguien fiable, es intentar estafarle por segunda vez... prometiéndole ayuda para resolver el problema creado por la primera estafa. Y es que hay timos basados, precisamente, en hacerse pasar por profesionales/organizaciones que pueden ayudar a recuperar el dinero perdido en una estafa.
Eso le pasó, por ejemplo, a la granadina a la que estafaron 170.000 € cuando la convencieron de que había enamorado a Brad Pitt: incluso después de descubrir que había sido víctima de una estafa, siguieron intentando sacarle dinero haciéndose pasar por un despacho de abogados especializados en casos como ése.
Frecuentemente, los estafadores contactan con la potencial víctima, fingiendo ser alguien fiable... como una agencia gubernamental, un abogado, un grupo de defensa del consumidor o una organización benéfica.
Prometen recuperar el dinero perdido, incluso ofreciendo rastrear criptomonedas perdidas. Luego piden una tarifa por sus servicios, que puede ser una tarifa inicial, un porcentaje de los fondos recuperados o un pago de impuestos. Finalmente, utilizan la información proporcionada para robar dinero de la cuenta bancaria de la víctima.
Vía | ABC News
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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