Los usuarios, por fortuna, tenemos más control del que creemos sobre las aplicaciones y servicios que utilizamos en nuestro día a día en cuanto a privacidad se refiere. Solamente hace falta tomar los mandos, bucear entre las opciones que ofrecen las plataformas que usamos y adecuar la configuración al nivel de privacidad adecuado.
Por lo general, podemos modificar qué ven otros usuarios como nosotros cuando acceden a nuestros perfiles o cuentas, qué datos se emplean para mostrarnos publicidad, el seguimiento que nos hacen más allá de los servicios en sí mismos o el rastreo de nuestros movimientos digitales e incluso físicos.
Nuestra intención con este artículo es mostrar dónde se encuentran las opciones que controlan todo este tipo de situaciones y proporcionar consejos sobre cómo incrementar la privacidad de nuestras cuentas y perfiles.
Examinando la privacidad de Google
El mejor punto de partida para examinar cómo está de garantizada nuestra privacidad en los servicios de Google es acudir a la configuración de nuestra cuenta de Google, entrando en el apartado Datos y personalización. Desde aquí, podemos ver gran parte de la información que los de Mountain View tienen sobre nosotros y usan en los diferentes servicios.
Por ejemplo, si tenemos activado o no el registro de nuestra actividad en la web y aplicaciones, el historial de ubicaciones físicas, el historial de vídeos vistos en YouTube o la personalización de anuncios. También podemos eliminar los datos guardados previamente sobre todas estas cuestiones.
Basta con acceder a cada una de estas secciones, desactivarlas y, si queremos eliminar la información previa, clicar en la opción Gestionar actividad y acudir a las opciones de borrado para seleccionar el periodo que queremos eliminar. Si, por el contrario, queremos mantener ese seguimiento de nuestras actividades por la razón que sea, tenemos la posibilidad de establecer una eliminación automática de actividad con una antigüedad determinada.
Capítulo aparte merece la personalización de anuncios. Si accedemos a la página de Configuración de anuncios, podremos ver todos los datos con los que se personalizan los anuncios que Google nos muestra: desde la edad o el sexo hasta gustos sobre aficiones, marcas, intereses... la lista de la mayoría es larga y proviene precisamente de esa actividad que el gigante tecnológico registra.
Desde esta misma página, además de poder eliminar intereses concretos con los que se personalizan los anuncios que vemos, podemos desactivar directamente esta personalización de la publicidad.
Examinando la privacidad de Instagram
Para acceder a las opciones de privacidad de Instagram debemos acudir a nuestro perfil y acceder al menú, si estamos en la aplicación móvil, o pulsar directamente sobre nuestra imagen de perfil si estamos en la web.
Accedemos entonces a Configuración y, acto seguido, a Privacidad y seguridad. Una vez aquí, tenemos opciones como la de poder hacer nuestra cuenta privada, mostrar o no la última vez que hemos estado conectados, así como la posibilidad de permitir o no la compartición de nuestras historias y si las fotos en las que nos etiqueten se añadirán automáticamente o tras nuestra aprobación previa.
Para asegurar nuestra privacidad al máximo, lo más recomendable es tener una cuenta privada, no mostrar nuestro estado ni permitir que nuestras historias se compartan y nuestras fotos etiquetadas se añadan solas, claro.
Lo más interesante, sin embargo, lo encontramos accediendo al enlace Ver datos de la cuenta. Aquí podemos ver desde el histórico de cambios de diferentes configuraciones hasta los intereses que Instagram ha identificado para mostrarnos anuncios.
No obstante, para ocuparnos de las opciones de configuración de la publicidad debemos acudir a las aplicaciones móviles. Accedemos a nuestro perfil, vamos al menú, Configuración y finalmente Anuncios. En este apartado lo más importante a revisar es la sección Datos de socios sobre tu actividad, lugar en el que podremos elegir dónde pueden usar datos de terceros para mostrarnos anuncios personalizados.
Examinando la privacidad de Facebook
Desde que Facebook se viese envuelta en escándalos relacionados con la privacidad como el de Cambridge Analytica, los controles sobre la privacidad de los datos de los usuarios han mejorado de forma sustancial.
El ejemplo de esta mejora es la comprobación de la configuración de privacidad que ofrece la plataforma. Podemos acceder a ella desde la página web clicando en la flecha que apunta hacia abajo que encontramos en la parte superior derecha de la interfaz, opción Configuración y privacidad y Comprobación de la configuración de la privacidad. En la aplicación deberíamos ir al menú, acudir a Configuración y privacidad y pulsar sobre Accesos directos de privacidad.
En esta página se reúnen las principales y seguramente más importantes opciones de privacidad. Clicando sobre cada uno de los cinco apartados podemos configurar quién puede ver lo que compartimos, cómo podemos proteger nuestra cuenta todavía más, cómo nos pueden encontrar otras personas en esta red social, cómo es nuestra configuración de datos y cuáles nuestras preferencias de anuncios.
No hace falta decir que la mejor manera de asegurar nuestra privacidad es endureciendo todas estas opciones. Permitiendo, por ejemplo, que nuestro perfil no sea visible para terceros, que nuestras publicaciones solamente las puedan ver nuestros amigos o decidiendo que ningún dato personal pueda ser usado para mostrarnos publicidad. También llevando a cabo otras acciones como eliminar nuestro número de la plataforma.
En cualquier caso, como en el resto de plataformas, lo mejor que podemos hacer es acceder a los diferentes menús existentes con opciones de privacidad y repasarlos pacientemente. Quizás, por el uso que deseemos darle a esta red social, las opciones más restrictivas no nos resultan óptimas. En cualquier caso, la clave está en adaptarlas a nuestra situación y objetivos, siendo conscientes de a qué nos exponemos según qué aceptemos.
Examinando la privacidad de Twitter
Twitter reúne en un solo lugar la práctica totalidad de sus opciones de privacidad; hace unos pocos años fueron mejoradas. Desde la web debemos clicar en Más opciones, acceder a Configuración y privacidad y finalmente a Privacidad y seguridad. En la aplicación y versión móvil accedemos al menú y, del mismo modo, a Configuración y privacidad y Privacidad y seguridad.
Una vez en este apartado, tendremos a nuestra disposición una larga lista de opciones que puede resultar incluso abrumadora. Lo mejor es que accedamos a cada una de las opciones y nos aseguremos de tenerlas configurada de acuerdo nuestros objetivos.
No obstante, si pretendemos asegurar al máximo la privacidad, debemos empezar por proteger nuestros tuits desde el primer apartado; es decir, hacer nuestra cuenta privada. Solo podrán ver nuestros tuits aquellos que ya nos siguen y las personas que aceptemos cuando nos envíen una petición de seguimiento.
Otros apartados clave son el de Visibilidad y contactos, en el que podremos elegir si queremos que nos encuentren por el correo electrónico que hemos usado para registrarnos, así como administrar los contactos que hayamos podido importar; Preferencias de anuncios, donde podemos desactivar que sean personalizados, es decir, que se muestran a partir de los intereses que coinciden con nosotros según nuestro perfil, nuestra actividad y los temas que seguimos en Twitter. Información que también puede ser consultada desde este apartado.
Y más allá de todo esto, en todos los servicios, es básico disponer de una contraseña verdaderamente segura y, siempre es deseable, verificación en dos pasos (evitando en la medida de lo posible que llegue por SMS).
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