Uno de los debates más antiguos en relación a la privacidad y la seguridad, antes incluso de Internet, versa sobre la necesidad de sacrificar la privacidad de la ciudadanía en favor de vigilancia que garantice la seguridad. En la era de Internet ha sido una constante que se repite desde casos de mucha gravedad institucional como el de PRISM en la NSA hasta declaraciones apuntando en esa dirección cada vez que hay un atentado.
Bajo esa misma justificación, la de la seguridad, dos de los mayores cargos del espionaje británico han detallado cómo pretenden proponer modificar la ley para que la vigilancia de conversaciones privadas sea posible manteniendo el cifrado, pues los servicios se niegan a rebajarlo. Hay que recordar que la extinta fortaleza de BlackBerry Messenger, por ejemplo, fue la que permitió los disturbios de Londres en 2011.
Infiltración silenciosa en conversaciones
Ian Levy y Crispin Robinson, las dos personas que han escrito el artículo donde informan de las intenciones, explican que es "relativamente fácil para un proveedor de servicios añadir silenciosamente un agente de la ley a un chat en grupo o a una llamada", como tradicionalmente se ha hecho con los pinchazos.
Acabas con algo que sigue estando cifrado de extremo a extremo, pero hay un extremo extra en esta comunicación. Una solución de este tipo no es más intensiva que el pinchazo que nuestros representantes elegidos democráticamente y jueces autorizan a día de hoy en escuchas tradicionales de voz. No hablamos de debilitar el cifrado o acabar con la naturaleza de extremo a extremo del servicio. En una solución como este, normalmente hablamos de eliminar una notificación en el dispositivo de la persona objetivo, y solo en el dispositivo de la persona objetivo y esos que se comunican con ella. Es una proposición muy distinta y no tienes que tocar el cifrado.
Las repercusiones de estas palabras no se han hecho de rogar en Twitter, y han comenzado a aparecer explicaciones sobre cómo podría llevarse a cabo algo así en, por ejemplo WhatsApp. Actualmente el servicio informa de todos los cambios en claves, por lo que notificaciones como esta podrían eliminarse si una propuesta como la que tratamos llegara a concretarse:
This is the type of notification from WhatsApp for example that Levy is likely talking about suppressing, and also any notifications that would inform you when a new device has been added to your account. pic.twitter.com/IYARrasdT8
— Mustafa Al-Bassam (@musalbas) 29 de noviembre de 2018
Edward Snowden, una de las grandes voces asociadas a la privacidad en Internet tras sus revelaciones en el caso de la NSA, también ha querido sumarse calificando el plan británico de "locura":
Absolute madness: the British government wants companies to poison their customers' private conversations by secretly adding the government as a third party, meaning anyone on your friend list would become "your friend plus a spy." No company-mediated identity could be trusted. https://t.co/8CwoZfBM3K
— Edward Snowden (@Snowden) 29 de noviembre de 2018
Snowden directamente acusa al Gobierno británico "de querer que las compañías envenenen las conversaciones privadas de sus usuarios añadiendo de forma secreta al Gobierno como un tercero [...]".
Era de esperar una reacción así, y lo cierto es que, tal y como está contado y por mucho que sea en búsqueda de la seguridad, es lo de siempre: podría usarse con fines muy distintos en una época de mucha volatilidad política hacia los extremos.
Crédito de imagen | Nicolas
Vía | mixx.io
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