A finales de octube saltó a la luz un nuevo caso de acoso a través de Twitter cuando Luciana Berger, miembro del Parlamento Británico, empezó a recibir todo tipo de insultos antisemitas a través de la red social. Después de la denuncia pública por parte de la parlamentaria, los insultos simplemente empezaron a dejar de llegar.
Esto fue debido a un nuevo mecanismo contra el ciber-acoso que empezó a probar Twitter mediante el cual, cuando un usuario menciona a cierta persona incluyendo en su mensaje ciertas palabras e insultos, el tuit simplemente da error a la hora de ser enviado.
Hasta ahora lo único que podía hacer alguien para dejar de leer los mensajes de sus acosadores era bloquearlos, aunque eso no evitaba que los mensajes siguiesen ahí, pudiendo ser leídos por familiares o amigos. Con este nuevo método, Twitter impide directamente la publicación de los mensajes, de manera que estos no llegan a ser leídos por nadie y se evita de paso un efecto llamada.
Esta nueva medida resultó efectiva sólo hasta cierto punto, ya que aunque en un principio detuvo los insultos, los trolls empezaron a burlarla separando con espacios o guiones las letras de los insultos o sustituyendo el texto de sus mensajes por imágenes igualmente ofensivas y amenazadoras.
En cualquier caso, esta nueva polémica ha servido para sacar a la luz los nuevos métodos que Twitter está empleando para luchar contra el creciente número de ciber-acosadores e su red. Métodos que para colmo no sólo no han sido lo suficientemente efectivos, sino que además también han provocado las críticas de algunos defensores de la libertad de expresión.
Vía | The Verge
En Genbeta | Trolldor, un catálogo de trolls en Twitter
Ver 4 comentarios