Cabeza de policía, pistola, pistola. No, no me he vuelto loca, sino que ésta es la combinación de emojis que metió en problemas a un joven adolescente de Nueva York. El chico de 17 años publicó tres mensajes en Twitter con cosas del tipo "me apetece cargarme algún cuerpo ahora" o "fuck the 83 104 79 98 73", acompañado de la combinación de emojis que os acabamos de comentar.
¿El resultado? Tres días después fue detenido por la Policía de Nueva York y acusado de hacer una amenaza terrorista, al considerar que los propios agentes eran blanco de la amenaza. Si bien no había hecho mención específica a las autoridades por escrito, sí que había incluido los emoticonos que, desde la Policía, tomaron en consideración como si de una amenaza escrita se tratase.
Ahora será un juez el que tenga que decidir si dichos iconos pueden considerarse realmente una amenaza a las autoridades. La "broma" le podía costar caro al adolescente: hasta siete años de cárcel si le encuentran culpable. El abogado del chico alega en su defensa a Buzzfeed que el mensaje no era una amenaza y que esto podría acabar con la policía persiguiendo a quien diga un simple "odio la policía". Desde la comisaría que se ordenó la detención son rotundos: "nos tomamos en serio todas las amenazas contra nuestros agentes de la autoridad".
Aunque el chico es una buena "pieza" (se comenta que ya había sido detenido hasta en 12 ocasiones) y esto puede haber influido en la detención, lo cierto es que nos deja una pregunta sobre la mesa: ¿pueden los emojis, que habitualmente se utilizan en contextos de diversión o de bromas, ser considerados una amenaza? Posiblemente dependa del contexto, pero en este caso, y al menos por la Policía de Nueva York, parece que sí. Habrá que ver qué ocurre en el juicio.
¿Cuál es la validez legal de un emoji? El caso Silk Road
En otro caso reciente no relacionado con el anterior también hemos podido ver la controversia del uso de los emoticonos. Estos días está teniendo lugar en California el juicio contra Ross W. Ulbritch, al que se le acusa de asesinato y de administrar la polémica web Silk Road. Cuando el fiscal leyó alguno de los mensajes del acusado al jurado, el abogado defensor se quejó amargamente al juez. ¿El problema? El fiscal no había mencionado un smilie.
Y es que, según explicó el abogado y después la propia juez al cargo del caso, un smilie no deja de ser parte de un mensaje o parte de un documento, por lo que debe considerarse como tal. "Estoy tan emocionado y ansioso por nuestro futuro que podría explotar", la frase en cuestión, no significa exactamente lo mismo que "Estoy tan emocionado y ansioso por nuestro futuro que podría explotar :)", con una carita sonriente al final.
De hecho, y en ese mismo juicio, el abogado de Ulbritch pidió al juez que no se leyera ningún mensaje de chat, de correo o de foros publicados por su cliente. En su lugar, proponía que se entregara una versión impresa al jurado. "Los chats están diseñados para ser leídos, y no para ser escuchados", aseguraba éste, a la vez que explicaba que hay ciertas expresiones, como varias interrogaciones (???) o expresiones distorsionadas ("Sooo") que "no se pueden convertir con exactitud al lenguaje oral".
También en el New York Times vimos un caso conflictivo relacionado con los emoticonos, en el que un hombre era acusado de amenazar a su mujer por haber publicado una letra de rap después de que su mujer le hubiera abandonado. El hombre aseguró entonces que la canción era ficticia y que prueba de ello era que había utilizado el smilie de carita sonriente con lengua fuera (:P) para indicar que todo era en tono de broma. En este caso el juez no dudó: carita sonriente o no, aquello era una amenaza y su autor fue condenado por ello.
Imagen | DNA Info
Ver todos los comentarios en https://www.genbeta.com
VER 9 Comentarios