Cuando una empresa decide introducirse en las redes sociales lo primero que tendría que plantearse es si realmente es un paso lógico, si cubre una necesidad específica o si se pueden sacar resultados positivos de ello. A este respecto el Social Media Manager debe actuar con honestidad y profesionalidad.
Acceder sin más motivos que "estar ahí" nos puede llevar a realizar acciones mal dirigidas al público objetivo que incluso pueden terminar siendo negativas para nuestra imagen. Antes de lanzarnos al vacío creo que hay que hacer un buen estudio de necesidades y un informe estratégico personalizado de Social Media.
Las redes sociales son muchas y muy variadas. Aunque algunas personas pertenezcan a varias de ellas lo cierto es que el público general de Tuenti, por ejemplo, no es el mismo que el de MySpace ni ambas redes operan de la misma manera. De esta forma una empresa que equivoque su estrategia o no realice un buen estudio puede estar afrontando el mercado menos provechoso o haciéndolo de la manera menos adecuada.
Por otro lado, y aunque en esto pueden existir diferentes opiniones, no es muy recomendable lanzarse a todas las redes de golpe pues impide que centremos nuestro foco en las posibilidades de cada una. Algo más habitual es comenzar abordando una red social junto a una plataforma de microblogging como Twitter aunque nunca debemos olvidar el objetivo básico de estas redes: escuchar, hablar, compartir e informar.
Aprovechar las posibilidades de las redes sociales
No son pocos los perfiles profesionales que utilizan las redes como un mero medio informativo/publicitario desaprovechando la gran herramienta de posicionamiento de la marca que poseen entre sus manos. ¿Por qué no mantener conversaciones? Quizás no entendemos bien dónde estamos.
Si accedemos a una red social tenemos que estar abiertos a las críticas, crear mecanismos de respuesta, disponer de herramientas para actuar rápidamente, mantener conversaciones formales e informales y por supuesto informar. Todos estos puntos son más o menos previsibles y deben estar claros antes de empezar aunque evidentemente algunos aspectos se mejorarán sobre la marcha.
Desde que una empresa se introduce en una red social debería crear una estrategia para estudiar las necesidades, los mecanismos esenciales, el mercado objetivo y las acciones concretas para estas plataformas pero también establecer criterios de control, objetivos y reuniones periódicas para observar los avances y problemas detectados.
En otras palabras, desde que una empresa decide tener presencia en las redes sociales se está abriendo a una serie de posibilidades y riesgos que deben controlarse y estudiarse con calma como cualquier otra acción de marketing y comunicación que se pueda llevar a cabo. Un informe estratégico puede ayudarnos a tomar las decisiones más adecuadas y mantener cierto control sobre las acciones emprendidas.
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