Durante años, desde que Facebook comprara Oculus, la popular compañía de kits de realidad virtual, ambas se mantuvieron relativamente independientes en lo que a la infraestructura e integración se refiere. Fue algo que en un principio también se garantizó para otras adquisiciones como Instagram o WhatsApp, pero que finalmente Zuckerberg no cumplió, hasta el punto de que la mensajería en dichos servicios va a unificarse.
En el caso de Oculus, cuyo fundador Palmer Luckey ya no está en la compañía, la situación es similar, y desde octubre la compañía requerirá a nuevos usuarios utilizar una cuenta de Facebook de forma obligatoria para iniciar sesión. Los usuarios que ya contaran con una cuenta del servicio podrán continuar sin usar Facebook, pero solamente hasta 2023.
Palmer Luckey afirma que Facebook aprobó sus viejas promesas sobre independencia
Ante el revuelo que se ha formado, Palmer Luckey ha respondido en Reddit a las críticas que le acusan de haber mentido cuando prometió que Oculus y Facebook se mantendrían separados e independientes en el día a día. El fundador quiere "dejar claro que esas promesas fueron aprobadas por Facebook en aquel momento y de forma continuada, y de verdad creí que seguiría siendo así por varias razones".
Luckey ha recordado además las cosas que dijo al respecto, para que no se le cite de forma incorrecta e interesada.
- "Garantizo que no necesitarás iniciar sesión en tu cuenta de Facebook cada vez que quieras usar Oculus Rift".
- "No necesitarás una cuenta de Facebook para usar o desarrollar para el Rift".
- "Lo prometo"
Como hemos dicho, el caso recuerda al de Instagram o WhatsApp, cuyos fundadores salieron de Facebook años después de sus respectivas adquisiciones, en el momento en que no pudieron seguir controlando más la forma en que querían dirigir el rumbo de la compañía, y tras haber incluso asegurado a reguladores que Facebook y WhatsApp se mantendrían siempre independientes, declaraciones que fueron necesarias para que la operación se aprobase y no fuera rechazada por posición dominante.
Vía | Inputmag
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