¿Merece la pena incluir botones sociales en una página o blog?

Abre tu página favorita. Ahora abre el medio o el periódico que más leas en la red. Por último, abre cualquier blog que visites con frecuencia. ¿Qué tienen en común esos tres sitios? Pues que, aunque yo no sepa cuáles son, estoy segura casi al 99% de que todos ellos incluyen algún botón de Twitter, Facebook o similares. Fíjate en este mismo post. Si nos lees desde el blog y no desde un lector de feeds, verás que bajo el título aparecen varios.

De hecho, estamos tan acostumbrados a ver botones de este tipo que ya no nos sorprende encontrárnoslos. ¿Cuál es su función? Pues, en teoría, hacer más fácil que el usuario pueda compartir un determinado contenido. Pero no siempre este tipo de “añadidos” traen beneficios a las páginas. ¿Por qué podrían perjudicarnos?

Un vistazo a…
CLUBHOUSE LA RED SOCIAL de mensajes de VOZ Qué es cómo entrar y cómo se usa

Desventajas de los botones sociales

  • Incremento del tiempo de carga de una web: Os recomiendo este estudio, pero buscando por la red hay muchos más. Añadir un botón de este tipo, con contenido dinámico, ralentiza la carga de una página. Esto no sería problema con conexiones potentes, pero si se navega, por ejemplo, desde el móvil, hace que la experiencia del usuario se vea mermada considerablemente.

  • Se pierde feedback valioso: Tomemos el ejemplo de @smashingmag. El popular blog de diseño retiró los botones de Facebook y, para su sorpresa, el tráfico proveniente de la red social aumentó. ¿Por qué? Sencillo: la gente dejó de hacer simples “likes” con el botón, y con la ausencia de él pasó a recomendar el contenido directamente en sus cuentas.


  • ¿Es signo de desesperación?: Leyendo este interesantísimo artículo descubrí otra de las razones que esgrimen los detractores de estos botones: ¿tan desesperados se está por conseguir un RT que hay que darle al usuario todo hecho? Si bien no comparto excesivamente esta razón, lo cierto es que cuando el contenido es potente e interesante, no es necesario un botón para que la gente lo comparta.

  • Privacidad: Otro de los motivos más sonados, y que seguramente dará mucho que hablar en el futuro, son los problemas de privacidad que hay con este tipo de botones. Al estar el contenido de estos añadidos alojado en los servidores remotos de la red social en cuestión, para ellos es muy sencillo “seguir” al usuario. Twitter, por ejemplo, reconoce que toma datos del historial de la navegación de cada usuario que visita una web con este tipo de botones, lo quiera o no.

Entonces, ¿por qué utilizarlos?

Con esto no quiero decir que los botones sociales no deban usarse. De hecho, tienen una ventaja fundamental: facilitan la labor de compartir al usuario que nos visita. ¿Es razón suficiente para mantenerlos? Personalmente creo que aquí depende mucho del tipo de sitio del que estemos hablando, el contenido y la audiencia a la que va dirigido. Es más, si nos equivocamos y queremos que la gente comparta “de más”, podemos conseguir el efecto contrario.

Pongamos un ejemplo. Según un estudio publicado por la Universidad de Miami, estos botones sociales pueden influenciar al cliente a la hora de hacer una compra. Pero no sólo estamos hablando de que puede animarle, sino que también puede disuadirle. Según este informe, cuando estos botones aparecían en un artículo de higiene íntima o que normalmente da reparo comprar, las ventas de éste caían un 25%. Y sólo por poner el botón.

En cualquier caso, esto nos demuestra que este tipo de botones nunca deberían ponerse “por poner”, como quien dice. Antes hay que analizar las variables anteriormente mencionadas y también dónde colocarlos y cómo van a reaccionar nuestros lectores con ellos. ¿Y tú? ¿Utilizas estos botones en tus sitios web? ¿Te sale rentable y obtienes beneficios al utilizarlos?

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