La mayoría de nosotros tenemos nombres comunes, así que lo más probable es que si buscamos en Google encontremos a más de una persona que se llama como nosotros en alguna red social. Esto no es ningún problema si estamos hablando de cuentas normales, pero, ¿qué pasa si nuestro nombre coincide con el de algún famoso?
Además de los mensajes y solicitudes que pueden llegarnos de fans (o anti-fans) que nos confunden con la celebridad en cuestión, nuestra identidad puede traernos problemas con los dueños del sitio. Algo así ha ocurrido recientemente en Facebook con Selena Miranda Gomez, una joven de New Mexico que tiene la suerte (o la desgracia) de llamarse igual que la actual pareja de Justin Bieber.
Facebook, pensando que se trataba de una cuenta que intentaba hacerse pasar por la Selena famosa, decidió banear la cuenta de la Selena anónima con esta misma excusa. Para sorpresa de la legítima dueña, que incluso decidió añadir su segundo nombre (Miranda) para evitar que la confundieran, la suspensión se llevó a cabo sin ningún aviso previo o sin darle la oportunidad de demostrar su identidad.
Después de recurrir a varios medios online para denunciar su caso (siendo una de ellas TMZ, el popular sitio del "cotilleo"), Facebook decidió volver a activar la cuenta. Lo que se desconoce es si este caso habría tenido el mismo final feliz si los medios no llegan a hacerse eco de él.
No es la primera vez que Facebook toma una medida similar. Hace unos meses, sin ir más lejos, suspendieron a otro Mark Zuckerberg cuyo único delito era llamarse que el fundador de la red social. Está bien que Facebook se tome tan en serio el suspender a los impostores, y a su favor hemos de reconocer que seguramente reciben muchas denuncias al día, pero deberían tener en cuenta que los famosos no tienen nombres únicos la mayoría de las veces y comprobar la infracción antes de banear, arbitrariamente, a quien ellos consideren oportuno.
Imagen | TMZ Vía | Cnet En Genbeta Social Media | Por qué Twitter juega con fuego en casos como el de la NBC y el periodista baneado