Con sólo encender el ordenador y conectarnos a internet, podemos conocer un montón de información acerca del profesional al que admiremos. Su última columna de opinión, su entrevista en el dominical de turno, sus mejores goles o el acalorado debate en el que participó la pasada noche. Pero, ¿qué hay de esos famosos que se empeñan en mostrarnos algo que va más allá de su obra profesional? ¿Están regalando parte de su vida a las redes sociales a cambio de nada o, por el contrario, no hacen sino acrecentar su figura gracias a las mismas?
El concepto
Dice la RAE que humanizar es “hacer humano, familiar y afable a alguien o algo” y, la verdad es que muchos de los rostros que hemos estado viendo durante años a diario en televisión no podríamos decir que se ajusten del todo a esa definición. Un busto parlante como puede ser un presentador o presentadora de un informativo, no era el paradigma de la cercanía. Hasta que llegaron las redes sociales.
Radiografía del ídolo
Ana Pastor. Periodista y presentadora. Actualmente conduce el programa “Los desayunos de TVE”.
Últimamente, amada y odiada a partes iguales dependiendo del color desde el que se la mire. Desde su perfil en Twitter @anapastor_tve, conversa a diario con sus casi 150.000 seguidores. Probablemente no sea una de las que más aspectos de su vida no profesional muestre pero sí que es una de las que posee mayor corriente de apoyo en redes sociales. No sabría decir cuántas veces ha sido (por tantas) trending topic (tema del momento) en Twitter.
Andreu Buenafuente. Humorista, presentador, productor y fundador de El Terrat.
Mantiene su tono irónico en las conversaciones con sus más de 600.000 seguidores, haciéndoles partícipes de sus viajes y sus nuevos proyectos. Un gran tuitero.
Mario Casas. Actor. Actualmente interpreta a Ulises en “El Barco”, la serie de Globomedia para Antena 3.
De los que les costó entrar en Twitter pero que, cuando lo hizo, entendió perfectamente el “juego” con sus fans. Ellos (y, sobre todo, ellas) saben que @mario_casas_ es, probablemente, el único lugar donde van a poder hablar de tú a tú con él y hasta allí se han ido nada más y nada menos que 250.000 en unos meses. Y él les corresponde con fotos exclusivas de los rodajes que les encantan.
Hasta tal punto llega la fiebre que desata el gallego que, al registrarse éste en Twitter, estuvo varios días sin cambiar la foto y aparecía el clásico huevo como avatar. Entonces, unas fans decidieron crear el perfil “Huevo de Mario Casas”.
Raquel Sánchez-Silva. Periodista y presentadora. Actualmente presenta junto a Jorge Javier Vázquez el reality show “Acorralados” en Telecinco.
Sin ser una de las presentadoras más mediáticas (aunque comienza a serlo), Raquel Sánchez-Silva es uno de los que podríamos llamar “casos de estudio” en redes sociales. No comentaré, eso sí, nada acerca del rumbo que ha tomado su trayectoria profesional (la cual admiraba pero que ahora me daría para otro post en distinto tono). En lo que sí me parece que sigue muy acertada es en su relación con el público gracias a las redes sociales. Raquel se muestra cercana, amable, cariñosa. Parece incluso una amiga. Aunque no te gusten sus programas, dan incluso ganas de verlos. Lo hace realmente bien.
Casi 100.000 followers pueden leer a diario sus tweets en @raqsanchezsilva y, aunque estos últimos días se nota que anda en plena promoción de su libro, ella es una de las profesionales de televisión que más y mejor interactúa con sus fans.
Carme Chaparro. Periodista y presentadora. En 2001 se incorporó a Informativos Telecinco y en 2004 a Informativos Telecinco Fin de Semana.
Una imagen vale más que mil palabras. Mirad la foto de perfil en Twitter de Carme Chaparro:
Sí, acaba de ser madre. Y está tan orgullosa que lo quiere compartir con sus más de 25.000 followers. Nadie que vea esos piececitos puede imaginarse una Carme cruel. Todo lo contrario, es una madraza y así lo percibimos. Creo que algo así sería difícil de mostrar en uno de sus informativos, ¿no?
El premio del reconocimiento
Sin llegar a extremos abusivos, el mayor premio que estas celebrities consiguen a través de las redes sociales es el reconocimiento. Un reconocimiento real porque es el pueblo de a pie el que lo dicta. Pero cuidado, casos como el de Pilar Rubio en el estreno de “Piratas” (más por desconocimiento de uso de Twitter que por otra cosa), tuvo un efecto rebote en su imagen pública durante unos días. Todo en su justa medida. Hay unos límites y éstos los marca el sentido común.
Los espectadores ya no sólo quieren la cara profesional del famoso, eso se lleva viendo muchos años. Quieren sentir que también son de carne y hueso. Y las redes sociales (especialmente Twitter, en la que me he centrado) están jugando un papel fundamental en este aspecto. Dentro de poco, los famosos (y no tan famosos) que se hayan “humanizado” ante los ojos del espectador valdrán más que los que no lo hayan hecho. Son más creíbles. Y recordemos que abrir y mantener una cuenta en Twitter cuesta cero euros.
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