El uso de las plataformas sociales para comunicarte con tus amigos, e incluso hacer negocios o campañas a través de ellas, está a la orden del día. El problema llega cuando existe gente que no sabe medir y abusa de las posibilidades de estas redes sociales. ¿Quién no ha recibido algún mensaje privado no solicitado (o spam) anunciando algún servicio o producto? ¿A quién no le ha agregado gente desconocida con el fin de sólo publicitarse a sí mismos o a su página web?
Por desgracia, este tipo de comportamientos abusivos están a la orden del día, aunque estas plataformas cada vez ponen más de su parte para eliminar estas prácticas intrusivas. En su día ya hablamos de los límites de Twitter, y hoy vamos a hacer lo propio con Facebook. Se trata de restricciones que, siendo públicas o no, pretenden evitar este tipo de comportamientos. Además, existen otras restricciones de uso más concretas que también afectan a los usuarios que no hacen spam. ¿Quieres saber cuáles son?
Quién avisa no es traidor
Dentro de Facebook existen dos tipos de límites: los que afectan a un usuario habitual (por ejemplo, límite de amigos o de grupos a los que pertenece dicho usuario) o los que afectan a usuarios con comportamiento de spammer (por ejemplo, si se detecta que se envían muchos mensajes, que se añaden de golpe a muchos amigos...). Los avisos, por tanto, también son de dos tipos. En el primer caso, una simple ventana te advertirá de que ya has llegado al límite máximo de esa función.
En el segundo caso, si para Facebook eres un posible spammer, Facebook primero avisa de que alguna función se está usando por encima de sus capacidades, y que de continuar así la cuenta infractora puede ser bloqueada. Es un primer aviso, sin que la red social tome ninguna medida. Si el usuario mantiene su comportamiento y sigue abusando de esa misma función, entonces comienza un bloqueo temporal de la función en sí o de la propia cuenta, que puede acabar en la suspensión definitiva de la misma.
Los límites secretos
Como en la propia página de ayuda de Facebook reconocen, hay restricciones de las que no pueden dar muchos detalles, ya que no quieren que la gente desarrolle técnicas sistemáticamente para saltárselos. Además, reconocen que estos límites pueden variar en función del momento y saturación de la red social. Por ejemplo, los siguientes:
- Adición de amigos a diario: si añades a muchos amigos y muchos de ellos no aceptan tu solicitud de amistad, Facebook te etiqueta como posible spammer y deshabilita esta opción en tu cuenta.
- Mensajes de chat: si detectan muchos mensajes provenientes de tu cuenta.
- Mensajes privados: lo mismo, solo que con mensajes privados.
- Cambio de contraseña: tan sólo se puede cambiar la contraseña un determinado número de veces al día.
Los límites concretos
Aunque, como hemos comentado, Facebook limita sin dar muchos detalles alguna de las características de su red social, hay otras de las que si tenemos números máximos o límites antes de que esa función se bloquee. Las repasamos a continuación:
- Etiquetas por foto: como mucho, 50 etiquetas en cada foto.
- Mensajes a amigos: como máximo, a 20 amigos al mismo tiempo.
- Grupos: un usuario puede ser miembro de hasta 300 grupos.
- Amigos: como máximo, un usuario puede tener 5000 amigos.
- Distribución de los amigos: se pueden tener hasta 100 listas distintas, con 1000 usuarios de máximo en ellas.
- Publicación: los mensajes que publicamos en nuestro muro (o en el de otros) pueden tener como máximo 420 caracteres.
¿Y qué pasa si me paso de listo?
Ya hemos hablado de los límites, pero, ¿qué pasa si los supero? Pues en algunos casos el propio Facebook te devolverá un mensaje de error y no te dejará hacer nada hasta que lo corrijas (como en el de los 420 caracteres). En otros, la plataforma directamente bloquea tu cuenta de forma temporal. ¿Por cuánto tiempo? Depende. Según reconocen desde Facebook, pueden ser horas o hasta días, en función de lo grave que haya sido la infracción.
En todo caso, lo ideal es evitar este tipo de comportamientos abusivos para ahorrarse las sanciones temporales, ya que si se reincide en ello o si desde Facebook ven que tu comportamiento no es el adecuado, también no les suele temblar la mano a la hora de inhabilitar directamente una cuenta. Facebook, como con casi todo en esta vida, es una buena herramienta, pero siempre hay que usarla con moderación.
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