No sé si lo habéis notado, pero recientemente han estallado en España y alrededor del mundo un buen puñado de soluciones para comunicarnos mediante mensajes instantáneos con nuestros amigos. O dicho de una forma mucho más sencilla: chatear. Tenemos por un lado al reciente Facebook Messenger, a GroupMe que se ha abierto a Europa, los Huddles de Google+, el iMessage de Apple… posibilidades no nos faltan.
Lo curioso no son las herramientas en sí, sino cómo ha surgido cada una y cómo han resurgido a raíz del triunfo de WhatsApp hasta tal punto en el que es promocionado en los móviles con menos prestaciones para atraer a la clientela. Y es que, naturalmente, el cliente prefiere pagar una vez por una aplicación y mandar mensajes gratuitos que no pagar para cada mensaje que envíes. Algunos dicen que el SMS se va a morir, otros dicen que ya lleva muerto bastante tiempo entre ciertos sectores del mercado.
WhatsApp y sus mensajes nos dejaron claro que el chat entre una o varias personas seguía siendo muy útil en un mercado post-blog donde los mensajes privados de Twitter y Facebook parecían ser las principales maneras de comunicarnos. A raíz de esto, la competencia no se hizo de rogar. GroupMe hace tiempo que existe, pero no ha sido hasta ahora que está disponible en nuestro país. Tremendamente parecido a WhatsApp, sus diferencias radican más en el aspecto y comportamiento de la aplicación que no en la base; que sigue siendo la de enviar mensajes a personas usando como plataforma de conexión el número de móvil de esos contactos (aunque en GroupMe podemos iniciar conversaciones desde la propia web).
Google tampoco se ha quedado de brazos cruzados y ha aprovechado el lanzamiento de su red social Google+ para lanzar Huddles, sus propios mensajes instantáneos entre los miembros de esa red a través de sus móviles. Y luego tenemos a Apple, que aprovechó el tirón anunciando su propia red iMessage cerrada a los dispositivos iOS. Ese servicio tiene una peculiaridad que provoca un especial descontento de las operadoras, y es que se funde con la aplicación de los SMS evitando que el usuario pague si está escribiendo un mensaje de iOS a iOS. Nada mejor para implantar un protocolo de mensajería que hacer que el usuario ni se de cuenta de que lo está usando.
¿Y Facebook, con su brutal masa de usuarios? La red social más grande del mundo sólo ha tenido que separar su servicio de mensajes y convertirlo en una aplicación independiente para convertirse en un competidor más de este mercado. Un movimiento la mar de astuto para que todos los usuarios de esa red usen su propio sistema de mensajes para comunicarse entre ellos.
Lo peor de todo esto se lo va a llevar WhatsApp, que ve como de la nada le han salido alternativas a montones. Los fallos esporádicos de sus servidores no le ayudan mucho, ya que animan a que la gente explore esas alternativas. Y como siempre, seremos nosotros los que decidiremos qué servicio va a ser el rey en toda esta nueva guerra. La historia se repite, y el chat vuelve a cobrar importancia en este mundo 2.0 tras esa “era del messenger” que tanto nos caracterizó hace no tantos años.
En Genbeta | Alternativas para mandar mensajes a grupos de personas y para enviar mensajes a móviles de forma gratuita
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