La obsesión de algunas organizaciones por hinchar sus cifras de seguidores les puede llevar a crear una gran comunidad virtual cuyo valor real se aproxime al cero absoluto si lo acompañamos de una estrategia equivocada.
Estos auténticos "barcos fantasma" surgen cuando nos planteamos el número de fans como un activo en sí mismo. Aumentar esta cifra sin realizar una labor anexa de posicionamiento de la marca es un error conceptual de algunas empresas en la red.
La facilidad para crear cuentas falsas en redes como Facebook más la complicación por descubrir su verdadera naturaleza, hace que algunos Community Managers creen una legión de usuarios fantasma que luego utilizan para hinchar las cifras de las redes de sus clientes. Si esto se hace a sus espaldas nos encontramos ante una auténtica estafa, pero no es la única manera de que se forme un "barco fantasma".
¿De qué sirve tener miles de seguidores sin realizar posicionamiento? ¿de qué sirve posicionar si nuestros seguidores no son reales? Las redes sociales plantean una nueva vía de comunicación y un amplio terreno para desarrollar estrategias de marketing que no podemos ignorar. El valor no llega, se crea.
¡Al abordaje!
El crecimiento de una red social bien gestionada suele comenzar siguiendo una secuencia exponencial apoyada en la experiencia social pero es cuanto menos sospechoso percibir un crecimiento demasiado notable a no ser que contemos con una previa y notable presencia virtual.
Aún cuando las cuentas falsas no sean creadas por los Communitys existen muchos usuarios que cuentan con su propio ejército de fantasmas listos para abordarnos para participar en ciertos concursos o promociones basados en los "me gusta" y derivados.
Hay que controlar este falso crecimiento dentro de lo posible y evitar que se convierta en la principal fuente de seguidores. Por tanto existen dos vías por las que podemos ser abordados y dos grandes errores a evitar.
El primer error es no contratar a un Community honesto y dejarse llevar por promesas de grandes números de seguidores sin hablar de valor, marca, reputación y posicionamiento.
En este mundillo existen muchos profesionales serios y comprometidos pero también muchos otros que simplemente aprovechan la "burbuja de lo social" y son capaces de cualquier cosa. Acertar puede ser difícil y es recomendable actuar con personal de confianza o de contrastada calidad pero si esto no es posible hay que saber desentrañar lo que nos está vendiendo el CM en las entrevistas iniciales.
El otro error es no plantear una estrategia basada en el valor en la que más allá de realizar juegos y concursos o dar regalos también utilicemos la plataforma para relacionarnos con el mercado mediante la conversación, la comunicación no comercial y el posicionamiento directo e indirecto de la marca.
Estos dos errores se engloban finalmente en un gran problema: la falta de mentalidad digital de muchos empresarios que no tienen un verdadero compromiso con este nuevo enlace que nos acerca al mercado objetivo... si, hablo de las redes sociales.
Cada negocio tiene sus necesidades y su público. No todo es alcanzar grandes cifras de dudoso valor, de modo que actuemos con cabeza pues estamos jugando con la imagen de una empresa.
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