Hubo un tiempo en el que todo parecía transcurrir tranquilamente en el foro. Que la elección de moderadores había sido buena y, por tanto, se podía estar tranquilo cuando nos ausentábamos del mismo. Pero el poder corrompe. Y sí… para nuestro moderatroll ser moderador de un foro significaba poder. Y así había decidido mostrárselo a los demás foreros.
Pero creo que lo mejor es empezar esta historia por el principio. Hace poco escribí el artículo Quien no tiene un troll, no tiene un foro. En él venía a decir que los trolls (en castellano: aquellas personas que meten mierda en internet para buscar grescas) son a los foros lo que Di Estéfano al Real Madrid: inseparables. Pero obvié una variante del troll casi tan interesante como su ascendente: el moderatroll. El moderatroll es un troll disfrazado de moderador de foro, por lo que tiene permisos de edición de temas, baneo de usuarios y demás. El vaquero del vídeo de arriba era un moderador (en este caso hablan de administrador pero nos vale igual) que estaba a medio camino entre un fantasma y un moderatroll. El nuestro era 100% moderatroll.
Necesitábamos un moderador para uno de los foros que gestionábamos. Pero no sabíamos que éstos eran como los pimientos de Padrón (“que unos pican y otros non”). Lo normal es que te salgan dulces, con afán de ayudar y crear una comunidad sana. Pero, ¡ay como te encuentres con uno picante…!
Cuando comes un pimiento de Padrón que pica te puede llegar incluso a fastidiar la comida. Instintivamente, sueles beber mucha agua fría después para que se pase, pero ya todo lo que comes te pica. Eso es lo que pasa con los “moderatrolles”. Basta que quieras zanjar el tema para que él, por mensaje privado con un nuevo usuario que se haya creado (una vez haya reiniciado el router) forme un montín para amargarte (nunca mejor dicho) la tarde. Y el foro se revoluciona.
¿Cuál era el día a día de nuestro moderatroll? Como conocía a casi todos los usuarios del foro, provocaba a quienes no le peloteaban, les insultaba y abusaba de su poder. Creaba mal ambiente entre los usuarios del foro y los demás moderadores y siempre-siempre-siempre se escudaba en la libertad de expresión.
Son muchos los que han intentado explicarse por qué unos pimientos pican y otros no. También por qué unos moderadores son sensatos y otros se convierten en trolls. Pero no hay manera de encontrar una respuesta. Se sabe que el 10% pica (toca las pelotas, vamos) pero no se pueden distinguir ni por color, ni por forma, ni por tamaño… Ni por forma de escribir, ni por sexo, ni por edad… Engañan. Se hacen los buenos, ahí, en el platito para que confíes en ellos… y ¡zasca!
“El moderador, uns pican e outros non", vendría a decir un gallego 3.0. El nuestro estaba entre ese 10% que picaba. De hecho, todavía nos hace beber agua fría de vez en cuando.
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