Uno de los aspectos más criticados de Twitter es la cantidad de tweet ofensivos que campan libremente por la plataforma. El artista israelí Shahak Shapira (que actualmente vive en Berlín) está harto de ver contenido racista, homófobo y repleto de odio en la red social.
En vez de iniciar una polémica, decidió reportar más de 300 tweets hace medio año. Lo más preocupante es que afirma que Twitter sólo le respondió a nueve de ellos, sin haber eliminado ninguno de los reportados.
Fue cuando se le ocurrió de acercarse a las oficinas que Twitter tiene en Hamburgo, armado con stencils y spray. Eligió 30 tweets y los pintó frente a la sede que tiene allí la plataforma, para que ellos también los puedan ver en todo momento:
Es una manera infalible y potente de enviar un mensaje muy claro a la compañía. Lo cierto es que estamos ante uno de los principales problemas que tiene esta red social, y miles de personas están hartas de ver cómo este tipo de contenido sigue expandiéndose sin problema.
Acciones como esta ayudan a dejarle muy claro a Twitter (y a los que publican esos tweets) que no queremos que Internet sea una herramienta de odio.
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