Sobre estas líneas, podéis ver uno de los últimos tweets de Fátima Bañez. ¿Qué tiene de especial? Pues que son los resultados de un juego... publicados por la Ministra de Trabajo poco después de que su jefe, el presidente Mariano Rajoy, compareciera en rueda de prensa para explicar a la ciudadanía el rescate de la banca española. Un momento crítico para un país, en el que quizás no era del todo adecuado estar jugando con el teléfono móvil.
Quizás no haya sido ella, sino alguien de su equipo que se equivocó a la hora de enlazar las cuentas, quizás la puntuación no la acaba de conseguir ahora o... hay un sinfín de posibilidades que servirían como perfecta y igual hasta creíble excusa, pero lo cierto es que es un fallo tremendamente importante. ¿Y si en lugar de un juego llega a ser otra página o aplicación? Los políticos, al igual que los famosos, están sometidos a vigilancia en las redes sociales.
Los twitteros, esperando el próximo #TurismoBisbal, no dan tregua a estos errores de libro, y ya hemos visto más casos. Si además hay personajes públicos que se convierten voluntariamente y sin saberlo, como es el caso, en blancos perfectos, la situación empeora aún más. En este caso no es algo que haya dicho, sino una mala gestión de su cuenta en Twitter.
Para un famoso, meter la pata de esta forma significan días de gente mofándose continuamente en las redes sociales. Para un político, además de esto último, puede significar el fin de su carrera. Que se lo digan a Anthony Weiner, el congresista de Estados Unidos que por error publicó en su timeline una foto suya comprometida que se supone que iba a ser parte de un mensaje privado a una mujer con la que estaba flirteando. En política, un error "políticamente incorrecto" puede llevarte a la ruina.
Cuidado quién tiene permisos para twittear por ti
Algo vital en la seguridad de una cuenta es nunca dar permisos a aplicaciones que no quieres que aparezcan en tu Timeline. Cada aplicación que utiliza Twitter ofrece una lista detallada de los permisos que el usuario le da al aceptar la vinculación de la cuenta, así que para empezar hay que ser críticos y no aceptar completamente todo. ¿Que una aplicación para ver la hora te pide leer tus mensajes privados? Desconfía. Y en casos similares igual.
¿Y qué ocurre si no sabía nada y he aceptado aplicaciones que no conocía? Pues aún estás a tiempo de enmendar el error. Visita la sección Apps de la Configuración de tu cuenta de Twitter. Ahí te saldrán todas las aplicaciones que tienen acceso, en menor o mayor medida, a tu cuenta. Si no conoces alguna, es tan sencillo como retirar el acceso a la misma. Es recomendable visitar este apartado de vez en cuando para comprobar que todo sea correcto.
Un último apunte. Al final, y como suelo decir siempre, todo esto se reduce a fijarse y un poco de sentido común. La mayoría de aplicaciones te avisarán de que van a publicar algo en tu timeline (deben hacerlo), así que lee bien los avisos si quieres evitar que lo hagan. Además, y si llevas varias cuentas al mismo tiempo, comprueba siempre antes de publicar o de asociar con alguna aplicación que lo estás haciendo con la correcta.
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