Supongamos esta situación: llegas un buen día a casa después de estar desconectado por el motivo que sea, y lees por encima que el entrenador de tu equipo favorito ha sido despedido. Asumes que es debido a los malos resultados, ya que no le está yendo tan bien, y twitteas en contra de su despido. Desconectas de nuevo y horas después descubres que una masa enfurecida de usuarios carga contra ti por hacer esas declaraciones, y es que la decisión de echar al entrenador fue motivada porque fue denunciado por abusos sexuales.
Algo así es lo que le ha pasado hoy a Ashton Kutcher (@aplusk), el popular actor que protagoniza ‘Dos Hombres y Medio’ y que es uno de los principales embajadores de Twitter entre el mundo del famoseo de Hollywood. De hecho, fue uno de los primeros en utilizar esta red social y en animar al resto de actores y artistas a usarlo. No en vano fue el primer usuario que consiguió superar el millón de seguidores. Pero ahora, y debido a este error, todo podría cambiar.
Ashton Kutcher, obviamente, pidió disculpas nada más enterarse del error que había cometido y lo explicó, pero lo cierto es que muchos ya lo habían “crucificado antes”. Borró el tweet en cuestión, sí, pero ya era tarde, así que su siguiente paso fue anunciar que dejaba Twitter. No es el primero que mete la pata y anuncia que lo deja. Con David Bisbal y #turismobisbal se montó una buena por ejemplo, aunque el cantante no fue tan lejos como para anunciar su marcha. El actor sí que parecía determinado a hacerlo.
Pero finalmente parece ser que no será así, sino que parte de su equipo servirá como filtro según ha anunciado en su blog en una entrada convenientemente titulada “Mantenimiento de Twitter”. No ha aclarado esto demasiado y se ha limitado a decir que la cuenta la llevarán ahora otras personas, aunque seguirá expresando su punto de vista y opiniones.
Los errores, magnificados
El problema que tiene Twitter es que este tipo de errores, que en la mayoría de casos son inocentes y sin maldad, son tremendamente magnificados cuando se trata de un famoso o personalidad conocida. Ya comentábamos antes el caso de David Bisbal, pero recientemente hemos vivido en nuestro país casos de políticos que no se cortaban un pelo a la hora de twittear y que ya han sido despedidos por sus tweets.
Twitter acerca a todos los usuarios a la vida diaria de los famosos. Ellos nos cuentan lo que hacen (en mayor y menor medida), lo que viven, e incluso comparten fotos. Y, como todos, son humanos. La diferencia es que si yo cometo un error en un tweet, llega a menos de un millar de personas, mientras que si lo hacen ellos el mensaje llega a varios millones. Nos guste o no, en nuestra sociedad el hecho de que un famoso cometa un error de cultura o de lo que sea acaba siendo noticia. Si a eso le sumamos lo idealizados que tenemos a algunos de ellos…
¿Metemos a un equipo detrás?
La decisión de Ashton de tener un timeline manejado por un equipo no es nueva, de hecho ya son muchos los usuarios conocidos que utilizan esta técnica. El propio Ashton reconoce que tener tantos seguidores es toda una responsabilidad, y que quiere que su contenido sea el más adecuado. No quieren renunciar a tener una presencia en la red social, pero tampoco quieren que esto les perjudique y dañe a su imagen. ¿Lo mejor? Que alguien entendido se encargue.
Personalmente, y como usuaria habitual de Twitter, creo que esto en el caso de los famosos es un error, o al menos como inicialmente está planteado el concepto. Si yo sigo a Ashton, es que me interesa ver lo que él twittea. Lo mismo ocurre con cualquier otra personalidad. Por eso entiendo que haya gente que se decepciona cuando descubre por primera vez que, por ejemplo, Barack Obama no mandó ni un sólo tweet en su pasada campaña, a pesar de que todo se publicaba como si así fuera.
Por eso también me decepciona que ése sea el caso de los políticos españoles (y en la mayoría del mundo, todo hay que decirlo, ya que en política un error de este tipo puede costar muchos votos). Es como estar bajo la atención de las cámaras las 24 horas, sólo que en este caso las cámaras son tanto objeto de deseo (atención) como el peligro a tener en cuenta (las meteduras de pata que comentábamos).
También es verdad que no sabemos el grado de implicación que tendrán los elegidos por Kutcher para llevar su cuenta. ¿Actuarán simplemente como filtro? ¿Publicarán todo lo que les diga Ashton? ¿O meterán su propio contenido? Sorprende esta decisión por parte de Kutcher, que siempre ha sido uno de los actores 2.0 y, de hecho, tiene inversiones en multitudes de startups. Si alguien entendía el espíritu de Twitter, ése era él. O al menos eso creía yo.
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