La práctica totalidad de los documentos que recibimos por vía electrónica de parte de la administración, también muchos de los que nos entregan físicamente, poseen un código de verificación que nos permite comprobar que dicho fichero es auténtico. Es, para entendernos, como el sello de tinta de antaño.
Normalmente encontraremos en estos documentos tres tipos de códigos formados por números y letras: el código seguro de verificación o CSV, el código electrónico de autenticidad o CEA y el código de verificación electrónica o CVE. Para el tema que nos ocupa, que es saber cómo comprobar si un documento es oficial, los tres vienen a ser prácticamente lo mismo.
Esta comprobación puede sernos útil para saber que nos encontramos ante un documento verdaderamente oficial o, también, para comprobar su integridad. Esto es, saber que el documento que tenemos en las manos no ha sido manipulado y se corresponde exactamente con el que ha expedido la administración de turno.
Cómo verificar que un documento oficial es legítimo y no ha sido manipulado
Estos códigos de seguridad, creador por un algoritmo matemático que asocia de forma inequívoca un documento con su original, son verificables a través de las páginas webs de las administraciones responsables de los documentos en los que constan. Normalmente, junto a estas claves alfanuméricas, aparece la forma en que podemos comprobar dicha autenticidad.
Por ejemplo, así podemos verlo en nuestra declaración de la renta. En los PDF que se generan cuando presentamos nuestra declaración del IRPF, al final de los mismos, encontramos un texto similar al siguiente:
La autenticidad de este documento puede ser comprobada mediante el Código Seguro de Verificación [código alfanumérico] en https://www.agenciatributaria.gob.es
En este caso, deberíamos acceder a la dirección indicada y buscar el trámite en cuestión, llamado Cotejo de documentos mediante código seguro de verificación (CSV) por la Agencia Tributaria. Accediendo al mismo, deberemos optar por la opción que prefiramos de las que se nos ofrecen y, simplemente, copiar el código en cuestión que aparece en nuestra documento.
Tras ello, se nos ofrecerá íntegro el documento en cuestión si el código es correcto. Si así sucede, podemos estar seguros de que es oficial.
El segundo paso, si es que el documento nos ha llegado a través de un tercero como pueda ser una asesoría, por ejemplo, es comparar el documento que tenemos nosotros y el que ha expedido la administración para asegurarnos de que nuestra copia no ha sido manipulada.
Con el resto de administraciones, los pasos a seguir son los mismos. Si consta página web junto al código de verificación, accedemos a la misma; si no, buscamos el nombre del código junto al nombre de la administración responsable en cualquier buscador o buceamos en el portal de dicha administración y ubicamos el trámite, asegurándonos en todo momento que nos encontramos ante la web legítima, por supuesto.
Por último, es importante tener en cuenta que estos código deben ser tratados con cautela y no deberían entregarse a terceros. Cualquiera que obtuviese el código presente en nuestra declaración de la renta, por ejemplo, podría acceder a la misma solamente con seguir los pasos descritos. Incluso si el código es el de una notificación, llegado el caso, podría realizar trámite en nuestro nombre, por ello es importante mantener los CSV, CEA y CVE a buen recaudo.