Uno de los hábitos que casi seguro todos nosotros compartimos al arrancar nuestro ordenador es iniciar el navegador que más nos guste. Para elegir el mejor, cada uno tenemos nuestras prioridades y valoraciones, pero ese es otro tema. Desde el año 2000 empezamos a conocer la navegación en pestañas, sin duda un antes y un después.
Opera y Mozilla (todavía no Firefox) fueron los primeros navegadores conocidos que incorporaban esta funcionalidad que, una vez que la probabas, ya no podías usar un navegador sin pestañas. Pero durante estos once años, muchas cosas han cambiado y no todo el mundo conoce las diferentes funcionalidades.
Empezando por lo más básico
Todavía hoy en día hay muchas personas que no conocen la navegación por pestañas, empezar a utilizarlas es tan fácil como abrir un enlace en una nueva pestaña. Para ello, como siempre hay varias formas (y si encima utilizamos alguna extensión, el número se eleva vertiginosamente).
Podemos hacer clic con el botón secundario del ratón sobre un enlace y seleccionar Abrir enlace e una nueva pestaña, pero también podemos hacerlo en un paso, si hacemos clic sobre el enlace con el botón central del ratón (hoy en día, normalmente, suele ser hacer clic con la ruleta) también tendremos una pestaña nueva con el enlace. Otra forma de mantener la página que estamos visitando mientras se abre un enlace en otra pestaña es hacer Control + Clic en el enlace.
Podremos mover pestañas a nuestro antojo, y también cerrarlas o incluso deshacer el cierre de la última que hayamos cerrado, de hecho tendremos un montón de opciones si hacemos clic con el botón secundario en cualquier pestaña (la combinación de teclas Control + Mayúsculas + T cada día está más presente en aquellos usuarios fanáticos del teclado).
Dando un paso más allá con las pestañas
Dejando de lado comportamientos compulsivos de personas que nunca cierran ninguna pestaña, lo más normal suele ser tener unas cuantas abiertas: por ejemplo esas que tenemos siempre abiertas (correo, calendario, ...) y las que estamos utilizando ahora mismo, o en esa tarea que hemos tenido que abandonar. Es por ello que organizarlas es una misión prioritaria.
Con Firefox puedes organizarlas en grupos, pero tenerlas a más de un clic de distancia para muchos es una distancia insuperable. Así que tal vez nos tengamos que conformar con moverlas y tener un cierto rigor personal. Pero en Chrome y Firefox todavía podemos encontrar una sorpresa muy útil, y se llama Fijar pestaña.
Cuando fijamos una pestaña sólo veremos su icono y en el primer lugar de la lista. Además desaparecerá el botón de cerrar e incluso en Firefox no funcionará el atajo Control + W. Fijar las pestañas que usamos habitualmente nos permitirá reducir el tamaño que ocupan y agruparlas en la parte izquierda de la lista de pestañas, para así separarlas de las demás.
Por último un pequeño truco para esas tareas que siempre empiezan abriendo las mismas pestañas (muchas veces profesionales, relacionadas con un juego o nuestras redes sociales favoritas). Si agrupamos esas pestañas en una carpeta dentro de nuestros favoritos o marcadores podremos abrirlos todos de golpe haciendo clic con el botón secundario sobre dicha carpeta.
Un último toque, las extensiones
Hay un grupo de extensiones que van ligados a un manejo más rápido y cómodo de las pestañas; aquellas que nos permiten, mediante gestos del ratón, realizar ciertas acciones. Y la gran mayoría de esas acciones tienen que ver con pestañas: añadir una nueva, cerrar la pestaña actual, abrir un grupo de enlaces en pestañas, ir a la pestaña siguiente, ... En Firefox podemos encontrar Fire Gestures y en Chrome Smooth Gestures. La utilización de pestañas y este tipo de extensiones nos descubre una nueva forma de navegar.
En Firefox podemos añadir funcionalidades a las pestañas con Tab Mix Plus y añadirles un poco de colorido con la archiconocida Colorful Tabs, o previsualizarlas con Tab Scope. Para Firefox y para Chrome encontrarás Too Many Tabs, y para el último seguro que encuentras útil la extensión Tab Jump.
Pero mucho más allá de las extensiones, seguro que estudiar el uso que hacemos de las pestañas hará que trabajemos con una mayor productividad. Muchas veces no nos planteamos porqué esa pestaña siempre está abierta, siempre tentándonos y distrayéndonos de nuestro trabajo.
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