Que garantizar la privacidad de nuestros datos en la red se ha convertido en uno de los objetivos prioritarios de toda empresa tecnológica se ha erigido como una necesaria en un contexto en el que las filtraciones, los fallos de seguridad y el robo saltan a la palestra constantemente. Un fin que persigue también la Electronic Frontier Foundation (EFF), que ha acusado a Google de reunir “a escondidas” datos sobre los escolares.
Asi y cuando solo hace unos días os contábamos que China podría estar usando el Big Data para conocer las tendencias políticas de sus estudiantes, un problema similar salta a la palestra de la mano de los de Mountain View. Conoce todos los detalles del caso.
La acusación de la EFF
De esta manera, la EFF habría destapado la infracción fruto de la puesta en marcha de su campaña Spying on Students que, teniendo en cuenta que un tercio de todos los alumnos de primaria y secundaria usa dispositivos digitales en el ámbito académico; trata de evitar que se expongan a riesgos de seguridad.
En concreto se centran en aquellas empresas que recaban más información de la debida sobre los niños, las que la almacenan de manera indefinida, la suben a la nube de forma automática, etcétera. También fomenta la participación –con encuestas a los progenitores, entre otros- y persigue a las entidades que carecen de políticas adecuadas o se las saltan a la torera.
Algo que, precisamente, acaba de hacer Google. Sin embargo, sus acciones no van encaminadas –como muchas otras de esta índole- a una utilización con fines publicitarios sino que la función Sync de Chrome (por defecto en los Chromebooks escolares) les estaría sirviendo para “rastrear y almacenar en sus servidores, los registros de todos los sites que los estudiantes visitan, así como los términos de búsqueda que utilizan, los resultados en los que pinchan, los vídeos que ven en YouTube y hasta sus contraseñas guardadas”, indica la EFF.
Algo que, por cierto, prometió no hacer y que está incumpliendo de manera continuada. "Los menores no deben ser rastreados o utilizados como conejillos de indias, ni sus datos empleados como una fuente de beneficios. Si Google quiere usar los datos de los estudiantes para mejorar sus productos, debería contar con el consentimiento expreso de los padres” recalca la agrupación.
Su demanda, asimismo, también revela que los ajustes de tipo administrativo que los de Mountain View ofrecen a los colegios permiten que la información personal de los estudiantes sea compartida en sitios web de terceros, violando por completo el compromiso de privacidad del estudiante.
"Felicitamos a las escuelas que llevan la tecnología a las aulas. El uso de Chromebooks y Google Apps para educación lleva aparejados enormes beneficios para la enseñanza y prepara a los estudiantes para el futuro. Pero los dispositivos y servicios en la nube utilizados en las escuelas deben proteger la privacidad de los escolares", asegura Sophia Cope, letrada y miembro de la fundación.
Al margen de lo dicho, no podemos olvidar que los menores se han convertido en el nuevo blanco de esta clase de prácticas; una tendencia que evidencian las dudas que suscita el funcionamiento de muñecas como la nueva Hello Barbie o algunos de los fallos de seguridad a los que se han enfrentado no pocos monitores para bebés.
Vía | Página Oficial de la EFF
En Genbeta | China podría estar usando el Big Data para conocer las tendencias políticas de sus estudiantes
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