Imagina por un momento que eres Neo, el protagonista de ‘Matrix’, antes de elegir la píldora roja ofrecida por Morfeo. Escuchas tu propio tecleo en mitad de la noche; afuera llueve, pero dentro te acompaña el runrún eléctrico del PC. Puedes usar esta banda sonora para ambientar este artículo. ¿Estás ya dentro? Lo que queremos que entiendas es que a Neo no le quedaba otra que conformarse con un monitor CRT de fósforo verde. Un despropósito en términos de resolución. Si no le dejaba ciego “el desierto de lo real”, lo haría esa castaña.
Thomas A. Anderson trabajaba como programador en una empresa de software llamada Metacortex. En su vida paralela, era conocido como el hacker Neo. Metacortex se presenta como una corporación de software de alto nivel, descrita por el Agente Smith como una “empresa de software respetable”. Pero Thomas A. Anderson —o, mejor dicho, Neo— solo siente hastío ante una vida circular. Te garantizamos que hay formas más excitantes de trabajar. Y el primer paso está en elegir el monitor adecuado.
Si eres programador, desarrollador informático o simplemente un entusiasta de la tecnología, seguro que viviste con cierta complicidad los cándidos años donde todo el mundo pensaba que sabía hackear. La realidad es que, para trabajar, lo primero que necesitas son buenas herramientas. Y el aliado de la codificación es el monitor. Toda una generación ha ganado unas cuantas dioptrías antes de entenderlo. Un coste demasiado alto que los monitores RD240Q y RD280U de BenQ quieren evitar a toda costa.
Y es que estos monitores basan su propuesta en dos claves:
- Modos avanzados para programar: ambos monitores ofrecen modos de codificación adaptable para mejorar la visibilidad del código. Es decir, mejoran automáticamente el contraste y la claridad, permitiendo una diferenciación nítida entre fondo y texto, lo que reduce la fatiga ocular durante largas horas de trabajo. Puedes optar por un modo día y un modo noche. Además, el panel se adapta a tu IDE, ya trabajes con XCode en entornos Mac, con Visual Studio codificando en C++ o con IntelliJ IDEA porque eres uno de esos programadores Java que siempre salva a otros desde los repositorios de GitHub.
- Ajustes personalizados y accesibles: además, permiten a los usuarios alternar fácilmente entre diferentes configuraciones de brillo, nitidez y contraste mediante accesos directos programables —desde un panel frontal—. E incluyen un panel Nano Matte que reduce los reflejos, proporcionando un entorno de trabajo más enfocado y sin distracciones. Y, para rematar, te permiten inclinar o rotar el monitor, horizontal o vertical, y además usan ratios específicos —16:10 en el caso del RD240Q y 3:2 en el RD280U— para mostrar más información de una misma pasada y optimizar el flujo de trabajo.
24 pulgadas para conquistar el otro lado
Pero vayamos un poco más allá y profundicemos: ¿qué necesita un monitor para ser idóneo para trabajar con PHP, Python o Java?, ¿qué requisitos le pedirías en caso de poder tener cualquier cosa soñada? Desarrolladores web, de aplicaciones móviles, de videojuegos o front-end... ¡Ese sueño ya existe y no está en Matrix, está en el mundo real!
El monitor BenQ RD240Q es casi una estación de trabajo. Por un lado, cuenta con 24.1 pulgadas, resolución WQXGA (2560 x 1600), cuya pantalla ofrece una claridad impresionante y un amplio espacio de trabajo. Y, bajo esta, dos puertos USB Tipo-C con los que puedes transmitir datos, cargar el móvil o conectar un teclado y ratón. Tampoco falta otro HDMI 2.0 y otro DisplayPort 1.4, lo que facilita la conexión de monitores adicionales.
En términos de ergonomía, además de ser ajustable en altura, inclinación y giro, incorpora tecnologías de cuidado ocular como Low Blue Light y Brightness Intelligence, diseñadas para proteger tus ojos durante el uso prolongado. Su frecuencia de actualización de 60 Hz es la adecuada para tareas de programación y uso general, pero también posee un modo oscuro para codificación en ambientes con poca luz.
Por otro lado, conviene destacar la tecnología MoonHalo Light, diseñada para mejorar la experiencia visual durante sesiones largas. ¿Por qué? Esta tecnología incluye una luz ambiental ajustable en la parte trasera del monitor, que proporciona una iluminación suave y cómoda, lo que reduce la fatiga ocular. Y si en algún momento alguien entra en tu cuarto o estudio, o simplemente si cambian las condiciones lumínicas, su chip de brillo inteligente de segunda generación ajusta automáticamente el brillo de la pantalla según las condiciones ambientales.
Para todos aquellos que trabajan en programación intensiva, también destacan varios modos avanzados de programación que mejoran la claridad del texto y la diferenciación del código. Y para quienes trabajan en vídeo, la resolución WQXGA y la cobertura del 95 % del espacio de color DCI-P3 lo convierten en un candidato de cualidades nítidas para la edición. Para los de software, también destacan modos de programación específicos y la ergonomía ajustable para trabajar en un entorno de trabajo cómodo y eficiente. Y si simplemente quieres leer, el monitor posee un modo ePaper —como los lectores de libros—, el cual reduce la luz azul y proporciona una experiencia de lectura similar al papel, ideal para la escritura y corrección de documentos.
28 pulgadas para ir un paso más allá
Por su parte, el BenQ RD280U eleva todas las características anteriores a la siguiente potencia. Se trata de un monitor de 28 pulgadas diseñado específicamente para programadores y profesionales que requieren alta precisión y comodidad visual. Con una resolución 4K+ (3840 x 2560), este monitor ofrece una claridad excepcional y un formato 3:2 que reduce la necesidad constante de desplazamiento vertical ya trabajes con documentos largos o un árbol de código.
De hecho, si comparamos el formato 3:2 frente al 16:9, el primero es capaz de mostrar 7 líneas de código adicionales en el mismo espacio. Y, en texto, hasta el doble de líneas. Y tampoco tendrás que preocuparte porque los marcos entorpezcan u ocupen demasiado espacio del display: todo está concentrado en unos pequeños accesos. La barra de funciones y teclas de acceso rápido de codificación simplifican lo que durante décadas ha sido un martirio.
Esta barra posee tres accesos clave: una tecla de acceso rápido de codificación, sensible al tacto —en el centro—, una serie de indicadores LED y la tecla de función personalizada. Y la barra en cuestión ha sido diseñada meticulosamente para aumentar la productividad y te permite crear tus propios atajos. Los LED informan sobre funciones vitales como Night Hours Protection, B.I. Gen2 y Low Blue Light Plus, así que no tendrás que estar pendiente del estado de nada. De la manera más visual posible, sabrás si están activas o desactivadas. Y la tecla de función no tiene otro cometido que el de proporcionar acceso rápido a ajustes personalizados. Tú eliges su utilidad.
Y todo dentro de una interfaz OSD renovada, la cual recibe actualizaciones instantáneas y se integra de maravilla dentro de cualquier IDE —entorno de desarrollo integrado—, ya hablemos de algo tan básico como BlueJ o más estandarizado como SlickEdit, clásicos como GNAT o más profesionales como AWS Cloud. Sorprende ver el mimo y el cuidado en los detalles que han puesto en estos monitores, siendo conscientes de las necesidades humanas de cada usuario.
Da igual el lenguaje con el que trabajes, ya seas de Node.js, Python, JS, Ruby, Go… o formes parte de esos tecnócratas que trabajan con el entorno Apple iOS/macOS —estos monitores se llevan especialmente bien con Reveal, CocoaPods, Git, Perforce y otros—. Las pantallas han sido cuidadas para evitar toda forma de reflejos y han sido fabricadas con un 85 % de materiales reciclados posconsumo (PCR), además de empaquetadas en cartón reciclable, lo cual subraya el compromiso de BenQ con la sostenibilidad.
La salud es lo primero
La serie RD de BenQ es la primera línea de monitores del mundo diseñada a medida para responder a un conjunto de necesidades reales, creada para que nuestra experiencia codificando, escribiendo y desarrollando en general sea mucho más cómoda, pero también fiable y eficiente. Porque si vamos a pasar un montón de horas frente a una pantalla, hay dos conceptos que son innegociables: ergonomía y protección ocular.
El primer apartado, el de la ergonomía, lo satisface sobradamente. El monitor puede pivotar de horizontal a vertical —en 28 pulgadas solo el modelo ERGO RD280UA—, puede abatirse, girarse, inclinarse, adelantarse o retrasarse y, en especial, puede variar su altura. Porque es el monitor el que debe adaptarse al usuario y no al revés. De esta manera se evita el clásico dolor de cuello cuando estás demasiado inclinado porque tú o tu silla estáis demasiado altos o bajos.
En cuanto al segundo apartado, ambos monitores cuentan con varias certificaciones TÜV, además de sumar la tecnología Eye-Comfort —diseñada para reducir la fatiga visual, ajustando automáticamente el brillo y la temperatura de color de la pantalla—, Flicker-free —libre de parpadeo de pantalla, lo que minimiza la fatiga ocular especialmente en sesiones largas de uso—, Eyesafe 2.0 —que asegura que la pantalla filtre luz azul dañina sin afectar la calidad del color, protegiendo los ojos— y Reflection-Free —tecnología que reduce los reflejos en pantalla, mejorando la visibilidad en condiciones de luz brillante—.
Aunque quizá la tecnología más interesante e innovadora es simple y llanamente Eye Reminder, una especie de asistente que nos recuerda que ya va siendo hora de parar y de hacer un descansito. El RD280U utiliza un sensor infrarrojo para detectar la presencia del usuario y hacer un seguimiento del tiempo. De esta forma, ajusta avisos mediante intervalos de 30, 45 o 60 minutos. Porque cualquier programador lo sabe: ya no se trata solo de productividad, sino de salud. Y cuando tienes una plazo límite, mejor cuidarte para evitar problemas futuros.
Por otro lado, el monitor cuenta con función EcoPrivacy, diseñada específicamente para programadores. Mediante sensores de proximidad, el RD240Q se atenúa durante la inactividad —puedes elegir el tiempo de inactividad a tu gusto, 5, 10, 20, 30, 60 segundos— para, por un lado, ahorrar energía y, por otro, bloquear tus datos de miradas ajenas. Finalmente, el software Display Pilot 2 también te permite editar distintos ajustes de brillo, contraste, perfil de uso y, de hecho, tener un control total para partir el monitor en dos ventanas, activar el Modo circadiano o controlar el HiDPI sin tener que acceder al OSD.
Y, vaya, que al contar con un brazo ergonómico y 28 pulgadas con resolución 4K+ no solo puedes codificar; también tienes un hábil espacio para editar vídeo o foto. Su alta resolución y un tratamiento del color preciso son ideales para la edición de imágenes y fotografías. Porque Neo no conocía la realidad, solo una versión distorsionada, falseada. La exposición de la información ‘verdadera’ se escapaba a sus ojos, en un símil parecido al que podríamos trazar ante los monitores de mal contraste, definición pobre y falseo de color.
Repetimos: el personaje interpretado por Keanu Reeves jamás hubiera elegido la píldora roja de manos de Morfeo y se hubiera decantado por la azul para pasar el resto de sus días programando plácidamente. Al fin y al cabo, Matrix no era sino otro programa creado por el mayor genio de todos, un incansable arquitecto que, vaya por dios, sí que tenía decenas de pantallas apiladas. Un control exhaustivo, absoluto, propio de un Gran Hermano, para que no se le escapara nada. Tú tienes esa oportunidad con los nuevos monitores de BenQ.
Imágenes y materiales | BenQ, Warner Bros.
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