William Gibson, el creador del género 'ciberpunk', hizo aparecer en su 'Trilogía del Puente' a un personaje llamado Rei Toei, el avatar de una inteligencia artificial que ejercía de superestrella global del pop, de lo que los japoneses llaman 'idoru' (título, además, de una de las novelas de la trilogía).
Ahora, cuando los youtubers más populares han empezado a convertirse en personajes mediáticos (a veces, a su pesar) cuyos rostros pueden ser reconocidos en la calle o en los telediarios, sorprende descubrir una tendencia en auge de youtubers que prefieren mantener el anonimato... y que convierten en realidad la profecía ciberpunk de Gibson: los vtubers.
Buscando preservar su intimidad, o quizá temiendo gustar menos a su audiencia si presentan al mundo su identidad real, muchos youtubers están empezando a recurrir a tecnologías de captura facial para animar avatares virtuales, ya sea en 2D o en 3D, que usan para interactuar con sus fans.
Arigatō, Japón
Este 'vtubing' es una tendencia muy vinculada a Japón, y no sólo porque prácticamente todos sus creadores de contenido recurran a la estética 'manganime', sino porque es de ese país de donde provienen la mayoría de ellos (o -más bien, de ellas, pues la mayoría de estos avatares tienen detrás a mujeres).
Pese a eso, no fue en el país del Sol Naciente donde surgió esta moda: fue una japonesa residente en Londres, bajo el nick de Ami Yamato, la primera que optó por 'vloggear' recurriendo a un avatar virtual. Más tarde, en 2015, Mattel consiguió cierta repercusión con los vídeos protagonizados por Barbie (sí, la muñeca).
La primera vtuber en utilizar tanto este término como el de 'virtual youtuber' fue Kizuna AI (2016), desarrollada por una empresa de inteligencia artificial. Actualmente, sus más de 500 millones de visitas y 5,4 millones de suscriptores (entre YouTube y la china Bilibili), convierten a Kizuna AI en la vtuber más exitosa.
La importancia de Kizuna AI radica en que, por un lado, marcó la tendencia de lo que vendría después y que, por otro, constituye una excepción en el ámbito de los vtubers:
Al contrario que Ami Yamato o Barbie, Kizuna AI no apostó sólo por colgar vídeos en los que expusiera, a modo de blog, asuntos de su interés, sino también por un enfoque más ligero basado en colgar covers de canciones, gameplays y conversaciones en directo con sus seguidores. Ahora, la mayoría de las vtubers ofrecen ese tipo de contenido.
Kizuna AI es un personaje 'de diseño', con todo un equipo detrás, que de hecho ha cambiado en más de una ocasión de actriz de voz. Por el contrario, el resto de avatares de este ámbito esconden a creadores de contenido individuales.
La economía del 'vtubing'
En Japón, la influencia del vtubing ha sobrepasado las fronteras de YouTube, y las vtubers protagonizan anuncios de grandes empresas, e incluso campañas de la Junta Nacional de Turismo. Y por eso ha sido allí donde han surgido las grandes agencias que lideran este pujante negocio: Hololive, Vshojo, Nijisanji...
Hololive, la líder del sector, tiene firmados contratos con más de 30 estrellas femeninas del vtubing japonés (de hecho, gestiona 16 de los 20 canales más populares), y ha lanzado una iniciativa paralela para vtubers masculinos: Holostar.
Se trata de la filial de una compañía, Cover Corp., originalmente enfocada a la realidad virtual y aumentada, y que decidió aplicar su tecnología de captura facial a la creación de avatares virtuales y fundar una agencia que agrupase a sus principales usuarios: los vtubers.
En enero de 2021, los canales vinculados a Hololive agrupaban más de 30 millones de suscriptores en YouTube y otros 10 millones en Bilibili. Tres meses antes, estos canales habían superado la cifra de 1000 millones de impresiones mensuales.
Pero estas agencias están empezando a apostar también de forma explícita por el mercado anglohablante para consolidar su internacionalización. Así, por ejemplo, dos de las grandes estrellas de Hololive, Takanashi Kiara y Gawr Gura, emiten también vídeos en inglés, lo que está aumentando notablemente su repercusión y viralidad:
Gawr Gura, la 'chica tiburón', fue presentada hace unos meses en Hololive English. Antes de subir ningún vídeo, ya contaba con 4000 suscriptores. Ahora cuenta ya con más de dos millones:
Takanashi Kiara alcanzó el medio millón de suscriptores a finales del pasado noviembre, tan sólo 9 semanas después de debutar como Vtuber. Al día siguiente, durante un 'super chat' con sus fans, logró recaudar 10.000 dólares en donaciones.
De hecho, los super chats de YouTube son una de las grandes vías de ingreso de los vtubers: Kiryu Coco, otra de las estrellas de la cartera de Hololive, ya ha superado la marca de un millón de dólares en ingresos a través de esta vía.
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