Las palabras del titular fueron pronunciadas por Ken Parks, jefe de contenidos en Spotify, en una entrevista concedida a FastCompany. Una conversación que gira en torno a una práctica por la que cada vez apuestan más artistas de renombre: la de lanzar sus discos de forma exclusiva en una plataforma -normalmente iTunes- evitando que los usuarios de servicios de streaming como Spotify o Deezer puedan tener acceso a dicha música.
Este proceso se conoce con el nombre de windowing y ha sido utilizado en las últimas semanas por grupos como Coldplay y Black Keys, cuyos nuevos discos no están todavía disponibles en Spotify. Algo que desde la empresa sueca comprenden pero no comparten, ya que consideran que de esta forma se penaliza a un grupo de consumidores de música muy fieles y que pagan al año 120 euros para tener acceso a este tipo de contenidos.
"Mi reacción inicial es que es una muy mala idea. Desde el punto de vista del usuario es una proposición hostil. (...) Creemos que es una estrategia errónea. Además, no hay datos que sugieran que estas prácticas favorecen la venta de los discos", comenta Parks.
Uno de los casos más conocidos de windowing es el de Beyonce, que en diciembre de 2013 lanzó su nuevo disco en exclusiva en iTunes. En los diez días que duró la exclusiva el disco fue descargado más de 828.000 veces, batiendo todos los récords de iTunes hasta el momento y convirtiéndose en el disco que más y más rápido fue vendido en la era de la música digital.
Pero más allá de este caso no hay muchas más cifras que apoyen este tipo de decisiones, algo que Parks comenta en varias ocasiones en su entrevista. Preguntado sobre la noción de que Spotify puede afectar negativamente a las ventas de discos, Parks afirma que "esto tampoco ha sido comprobado. No hay datos que sugieran que Spotify afecta negativamente a las ventas. Al contrario, nuestros indicadores apuntan a que si quieres incrementar las ventas, debes incrementar el acceso a tu música".
El streaming como... ¿futuro de la industria?
Hay que tener en cuenta que las declaraciones vienen de una persona de producto de Spotify, una parte interesada, pero lo cierto es que las últimas estadísticas publicadas en países como Estados Unidos y España dejan entrever que el futuro de la música pasa por el streaming. Una vía de ingresos que no deja de crecer pero que se enfrenta a un gran reto: el de conseguir que empresas como Spotify, Deezer, Rdio o Rhapsody sean rentables en el medio plazo y dejen de perder dinero.
"De todas formas no queremos demonizar a aquellos que tienen un punto de vista diferente. Casi todo el mundo ha vivido en un paradigma diferente en lo que respecta a la industria musical. Están acostumbrados a ventas unitarias y es difícil que se acostumbren a un nuevo modelo de negocio", dice Parks. Un mensaje dirigido a los artistas y a algunas discográficas que siguen viendo el streaming con escepticismo.
Más información | FastCompany
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