El rumor saltaba ayer mismo: Google pretende estrenar canales de suscripción premium en YouTube. Su fórmula pasaría por un precio muy atractivo, que no superaría los cinco dólares mensuales, y colaboraciones con canales que se han hecho un hueco en el hall de la fama del servicio como Machinima. Pero la llegada de los canales de pago en YouTube puede tener efectos a una escala mucho mayor. Incluso me atrevería a decir revolucionarios.
La mayor plataforma de vídeo del mundo, y eso sólo puede ser el principio
Pensemos en YouTube a nivel de infraestructura. Se trata del portal de subida de vídeos por excelencia en internet, lo hemos visto evolucionar muchísimas veces (he perdido la cuenta de las veces que hemos informado de un rediseño de su web en Genbeta) y se sube tantísimo material en él que tardaríamos miles y miles de años en terminar de verlo todo. Más de un ExaByte de información traducida en más de 72 horas de vídeo subidas cada minuto alrededor del mundo.
Pero la clave aquí es que todo el mundo conoce YouTube. Hasta los que apenas navegan por internet han oído hablar de él, tal y como pasa ya con Facebook y está empezando a ocurrir con Twitter. Se habla ya de las YouTube Stars (y si no que se lo digan a Freddie Wong, a Dross, a Psy, a Jontron, al One Pound Fish Man o a los chicos de Epic Meal Time), y muchas cadenas de televisión recurren a YouTube para conseguir cierto material. En cuanto subes un vídeo a YouTube, sabes que el mundo entero puede verlo en cuestión de minutos. El mercado simplemente no puede ser más grande: no hay teléfono móvil inteligente, tableta, televisor inteligente, videoconsola o servicio que no lleve integración con YouTube de serie.
Ahora cojamos esta gigantesca plataforma y apliquémosle un sistema de suscripción de pago flexible y adaptable a cualquier tipo de contenido en vídeo. No sabemos el camino que escogerá Google, pero esto puede ser la base para poner todo el mercado de la distribución de contenidos digitales patas arriba.
Un YouTube que puede serlo todo
Los modelos de pago en YouTube pueden ser de muchas formas diferentes y tener varias aplicaciones. Hagamos una de nuestras listas:
Películas. ¿Quieres ver el taquillazo del año en YouTube? Paga un alquiler y ahí la tienes. O cómprala a un precio algo mayor y te doy vía libre a una descarga y derecho para verla siempre que quieras. ¿Quieres tener acceso a todo un catálogo de películas? Un canal oficial con una suscripción premium y listo. Competencia directa de servicios como Netflix, Hulu, Wuaki, Voddler y el mismo iTunes, cuyos precios serían más altos de lo que se está rumoreando con YouTube.
Series y programas televisivos. Capítulos individuales de una serie por un precio fijo, o una suscripción a la temporada entera desde el mismo YouTube. Posibilidad de escoger entre la versión doblada o la original y accesibilidad al capítulo desde que se haya emitido. El sistema perfecto para la distribución de este material atraería incluso a cadenas de televisión individuales, que en España se han montado sus propias plataformas como es el caso de Mitele.
Opciones de suscripción de canales actuales. Canales de éxito en YouTube como el de Epic Meal Time pueden llegar a un trato con sus suscriptores: o nos veis gratis con publicidad en forma de vídeos y banners... o pagáis una cuota y disfrutáis de nuestro contenido sin ninguna intrusión.
La base ya está ahí, pero falta lo más difícil
YouTube cuenta con la potencia suficiente para cumplir todo eso, pero soy consciente de que estamos hablando de algo muy ideal. Hay que negociar con las distribuidoras, hay que solucionar todo el entuerto de los derechos de autor, y hay que hacer tratos con ejecutivos que precisamente ven las nuevas tecnologías como algo que desciende los beneficios.
Sin embargo, a Google sólo le haría falta demostrar el potencial que puede tener un servicio como los propuestos. A un usuario le dará mucha menos pereza probar algo que esté en YouTube que algo que esté en otro servicio aparte, y si los primeros intentos dan resultados el resto del mercado puede verse atraído. Podría desencadenarse una cruda competencia, y como dice Antonio Ortiz, sonarán todas las alarmas en más de una plataforma.
Google, además, cuenta con varias armas más: integración con Google Plus, pagos cómodos utilizando Google Wallet, ventajas adicionales con Android y Chrome... todo un conglomerado de plataformas y servicios digitales que podrían convertir a la compañía de Mountain View en un enorme centro de entretenimiento digital integrado. Es posible. Difícil, pero posible. Pero en Google lo saben.
Imágenes | jm3, Rego Korosi y Sarah Ackerman En Genbeta | YouTube ha pasado por muchos rediseños, pero se olvida de lo más importante en todos ellos
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