Hace algo más de un año os hablábamos de Aereo, un servicio de televisión online bastante curioso. La idea era que cada usuario pueda ver la televisión que se transmite en abierto por ondas de radio, pero a través de Internet. Además, podían grabar los programas en la nube para verlos después.
El truco de Aereo era que cada usuario _alquilaba_ una antena en sus centros de datos, de tal forma que, a efectos legales, no había retransmisión pública sino muchas individuales. La única diferencia entre un usuario de Aereo y un teleespectador con un DVR corriente era dónde estaba colocada la antena.
Esa diferencia no fue suficiente para que tres jueces le diesen la razón a las compañías de televisión en abril de 2013, que pretendían cerrar Aereo. Pero por desgracia sí lo ha sido para el Tribunal Supremo estadounidense, que esta vez ha declarado la actividad de Aereo ilegal.
Unos pagan, otros no
La razón que ha llevado a las compañías de televisión a ir a por Aereo es, como siempre, el dinero. Los distribuidores de televisión por cable pagan mucho a las televisiones por retransmitir sus contenidos en abierto (unos 3.000 millones de dólares en total), mientras que Aereo no pagaba nada. Además, este servicio era más barato que la televisión por cable, y como comentamos en su momento podía llevar a muchas personas a cancelar su suscripción.
Las compañías de televisión por cable han llegado hasta hacer un "chantaje", por así decirlo, bastante exagerado, diciendo que si la actividad de esta pequeña compañía (que apenas opera en unas pocas ciudades estadounidenses) no era ilegalizada dejarían de emitir en abierto y pasarían a canales sólo por suscripción.
A pesar del varapalo, Aereo va a seguir tratando de lograr su misión. No han explicado cómo, pero teniendo en cuenta que desde su nacimiento en 2012 han tenido problemas legales probablemente ya tengan algo preparado.
Las consecuencias de la sentencia no acabarían ahí. Uno de los jueces que votó en contra explica en su escrito que no hay forma de garantizar que este criterio es específico para Aereo, de tal forma que podría afectar a otros servicios de almacenamiento en la nube.
Por ejemplo, ¿cuál es la diferencia entre 100 usuarios de Aereo y 100 teleespectadores que graban un mismo programa, lo suben a Dropbox - donde se guarda como un único archivo en sus servidores- y después lo ven desde ahí? Si lo de Aereo es comunicación pública sujeta a _copyright_, ¿por qué no lo de Dropbox?
Es el problema principal que se plantea con esta sentencia. Aunque Aereo cae dentro del criterio "una antena por usuario/teleespectador" y por lo tanto sería comunicación privada, los jueces han preferido saltarse peligrosamente ese criterio para favorecer a los intereses de las compañías de televisión (que, recordemos, cobran por retransmitir contenidos que ellos mismos emiten de forma abierta a través del aire).
Desde luego, una mala noticia tanto para el mundo de la tecnología - en palabras del CEO de Aereo, _"nos estamos moviendo a un sistema de permisos para innovar en tecnología"_ - como para el de la televisión, que necesita una renovación completa que no acaba de llegar, a pesar de los impulsos de empresas como Netflix o Hulu.
Vía | The Guardian
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