Diferentes análisis sitúan la cuota de mercado de Amazon en el sector de los ebooks entre un 60 y 80 por ciento. A finales de 2013 BISG publicó un informe en el que afirmaba que la cuota de Amazon en Estados Unidos era del 67%, según Ofcom en el Reino Unido esa cuota se dispara hasta un 79%, en España se aproxima al 40% y en países de nuestro entorno las cifras son también similares.
Dicho de otra forma: Amazon controla gran parte del mercado mundial de libros, tanto electrónicos como físicos. Un dominio que tiene su origen en la decisión de Jeff Bezos de levantar su imperio apoyándose en la comercialización de libros online y que, con la digitalización de las obras, ha terminado por concentrarse en las manos de una gran empresa. Y como hemos podido ver en los últimos días, esta concentración de poder no beneficia a nadie, empezando por los usuarios.
El pasado día 23 el New York Times informaba de que Hachette, una de las editoriales más importantes a nivel mundial, estaba viendo cómo Amazon ponía trabas a la distribución de sus libros. Hachette se encuentra negociando con Amazon la extensión de su contrato y, según la editorial, el gigante del comercio electrónico está jugando todas sus cartas para que los términos acordados beneficien a sus intereses.
Algo completamente normal en una negociación si no fuese por las sanciones -no hay mejor forma para denominarlas- que Amazon está imponiendo a las obras de la editorial: desaparición de los botones de reserva en la web, incremento de precios importantes en algunas de sus obras, ocultamiento de libros de Hachette en los resultados de las búsquedas de Amazon, aumento de los plazos de entrega de dichos libros, etc etc.
Sophie Cottrell, vicepresidente de la editorial, afirmaba a última hora del viernes que "protegeremos el valor de los libros de nuestros autores y nuestro trabajo de edición, distribución y comercialización. Esperamos que esta situación no se alargue, pero no perderemos el tiempo y estamos analizando todas las opciones que tenemos". Amazon, por el contrario, ha dicho que "hablaremos cuando tengamos algo que decir".
Los usuarios: los más perjudicados
En esta batalla de intereses empresariales los más perjudicados son los de siempre: los usuarios. La creación de un monopolio -o duopolio si tenemos en cuenta a Apple, que tiene una cuota de mercado muy inferior a la de Amazon y que recibió un varapalo en julio de 2013- tiene este tipo de consecuencias.
Los usuarios han visto de la noche a la mañana cómo un número importante de obras han pasado a la oscuridad, a estar relegadas por otras de otras editoriales que probablemente tengan una relación más fluida con Amazon. Esto último, que no depende de los usuarios que compran y consumen libros en papel o en versión digital, les afecta directamente.
Jaume Balmes, creador de la empresa El Taller Editorial, comentaba en un especial sobre libro electrónico publicado por nuestros compañeros de Xataka, que "las plataformas medianas desaparecerán y quedarán las grandes multinacionales. Únicamente la existencia de una distribuidora neutra -seguramente pública- de libros electrónicos puede garantizar el futuro en igualdad de condiciones de la edición digital". La creación de una distribuidora neutra parece un pensamiento un tanto utópico, pero lo que está claro es que la concentración de poder en unas pocas manos no favorece los intereses de la mayoría, sobre todo de las editoriales y de los usuarios.
Más información | New York Times En Xataka | Las editoriales en España y su amor-odio por el libro electrónico y Amazon, un gigante con luces y sombras
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bauglir
Que las editoriales se quejen de que Amazon abusa de ellas, es como la sartén gritándole al cazo: las editoriales llevan décadas abusando de los autores y de los clientes.
El motivo de su queja es que, mientras ellas se equistaban en su paradigma tradicional de imprimir en papel, y bloquear cualquier otro medio de distribución, Amazon montó un negocio basado en la innovación, y ahora, a ellas, la innovación les pega bofetadas en la cara.
Las editoriales no se quejaban cuando obligaban a Amazon a vender libros en digital al mismo precio que costaban impresos en papel en cualquier librería, con el simple fin de boicotear el negocio digital. Amazon aguantó el tirón, y ahora ella tiene la sartén por el mango...
Si crías un tigre a patadas, cuando el tigre sea mayor, veremos lo que pasa.
zakatolapan
La culpa la tiene todo el absurdo sistema de derechos de autor que tenemos.
El autor escribe algo pero no puede ni soñar con que llegue al público si quiere mantener los derechos sobre su obra.
Si quiere publicarla tiene que renunciar a sus derechos y cederlos a una editorial. Y las editoriales decidieron que su negocio es imprimir libros de papel y venderlos 50 veces más caros de lo que les cuesta hacerlos.
Cuando llegó el libro electrónico pertendieron seguir con los mismos márgenes de ganancias. Llegaron al punto de decir que una copia electrónica costaba lo mismo o más que una de papel. Claro, una persona puede no tener idea de lo que cuesta imprimir un libro pero sí se da cuenta de que una copia digital sale prácticamente gratis así que nadie se tragó el cuento y nadie justificó el precio que intentaban cobrar.
Y ahora ya es tarde para rectificar. El que se acostumbró a descargar copias "pirata" ya no tiene necesidad de andar con líos de cuentas, tarjetas, protecciones anticopia, etc. Y el que se acostumbró a comparar en Amazon no cambiará un servicio tan sencillo y cómodo a no ser que se lo pongan realmente fácil.
Y los autores que no tuvieron más remedio que renunciar a decidir sobre sus obras, a cambio de la limosna que les daban las editoriales, ahora se encuentran en un problema grave. Para ellos sería muy sencillo vender en Amazon. Sus libros serían tal vez 10 veces más baratos para el público y ellos ganarían seguramente más que con las editoriales tradicionales. Pero una vez que cedieron los derechos ya no hay vuelta atrás.
Usuario desactivado
Es una pena que no haya un estandard de 'ebooks' de forma que lo compres donde sea y lo puedas leer en el aparato que quieras.
Y no existe por que se han opuesto con uñas y dientes... las editoriales que ahora lloran!
Y que raro que los usuarios hayan decido no esperarles un par de lustros mas y esten usando el excelente sistema de amazon (o libros piratas), no me lo explico...
atoi
Cuando entré en la industria de libro electrónico, existía un caos, yo traje orden; tomé un ineficiente mercado de segunda y construí una industria. Lo hice de esa manera porque así tenía que hacerse. Nadie se quejó cuando yo proporcione ebucks a todos los hogares, nadie se quejó cuando creé miles de empleos, millones de puestos con las exportaciones. El comercio electrónico es lo que mueve a este país. Usted lo llama monopolio; yo lo llamo empresa. Ahora dígame algo: ¿Por qué estoy aquí?
wargrave
es el monopolio que le hemos dado los usuarios, mientras los demas lloraban Amazon se ponia las pilas y les comia su parte del pastel.
ahora que? una plataforma publica? pedir ayudas para combatir al malvado amazon?
eso si, esto no justifica las maniobras mafiosas de amazon para la renovación de acuerdos, pero es que si la competencia no se pone las pilas, es imposible presentar a los usuarios una alternativa valida
jmpr
Yo uso el sistema de kindle de amazon, y no puede ser más perfecto, sin depender del ordenador para transferencias de los libros comprados, etc. Si el de la competencia fuese así, o se pusieran de acuerdo, usaría cualquier otro probablemente. Pero no es así. Comprar un ebook fuera de amazon es complicado y cambia en cada tienda online. No hay un estandar.
shotokan
Que pongan un canon al que compre papel, por si acaso fotocopia un libro.
moevr
Oh, si, Amazon es malo malisisisimo, y sin embargo es el artífice de la situación actual del mercado del libro digital. Hace falta que recuerde una palabra para tener conciencia real del futuro que nos proporcionaban las editoriales tradicionales? ...bien, ahí voy: LIBRANDA.
Sinceramente, puestos a elegir, prefiero mil veces a Amazon que a las editoriales tradicionales.
kevinroberts
Desde mi ignorancia no entiendo por qué las editoriales no ofrecen descarga directa en ePub por algún sistema de micropagos, un par de centavos más barato que en Amazon y para usar en tablets inclusive. O bien ponerse de acuerdo para trabajar con Play Store..