La noticia saltó ayer y desde entonces ha dado muchísimo que hablar. Youzee, uno de los servicios de vídeo bajo demanda (o VOD, del inglés Video On Demand) más prometedores de nuestro país, se ha visto obligado a despedir al 50% de su plantilla y a suspender su plan de suscripción de datos para convertirse en un simple servicio de alquiler de películas. En su comunicado, corto pero claro, culpan al lento crecimiento de este tipo de industria.
Lo peor de todo es que los datos que he estado oyendo de mis fuentes se han confirmado esta mañana en El País: los despidos no han afectado al 50% de la plantilla sino al 80%. Y sabiendo el tamaño que tenían las oficinas de la compañía en el centro de Madrid, esto significa que muy poca gente se va a quedar a bordo. Insisto: muy poca (según eConectados había 45 personas en plantilla, así que imaginaos). Demasiada poca gente para tener vistas a gestionar un servicio como lo que Youzee aspiraba a ser en un principio.
Y es una lástima, porque Youzee miraba bien alto. Consiguió despegar con una buena inversión y con el apoyo de Yelmo cines, su interfaz pulida hasta el último detalle prometía una fantástica experiencia de usuario, su aplicación para el iPhone presentaba ciertas innovaciones y su modelo de siete euros mensuales de suscripción parecía muy atractivo. Pero pasó lo que pasó: el catálogo de 800 películas no era para nada suficiente, las novedades eran pocas, el dinero de las inversiones iniciales se ha ido agotando hasta que zas, ha tocado despedir a casi todo el mundo para reducir Youzee a la mínima expresión e intentar sobrevivir como se pueda.
Personalmente he sabido de la existencia de Youzee mucho antes de que saliese a la luz gracias a fuentes personales. Y desde que se empezaron a colocar las primeras piedras de Youzee, los ánimos estaban por los aires y las intenciones eran tan simples como empujar el mercado del consumo de películas y series en España varios años hacia adelante. Estoy completamente seguro que es la misma máxima que tienen en las oficinas de Wuaki y otros rivales. Y eso es fantástico.
Pero entonces pasó lo que pasó. Veréis, Youzee no es la que decide qué precio de alquiler se le pone a una película. Lo decide la distribuidora que le permite a Youzee tener esa película en su catálogo. Es la distribuidora la que manda, la que dice qué películas entran en el catálogo oficial de suscripciones y qué películas se quedan fuera con un precio de alquiler. Son las distribuidoras las que deciden lo que pagarán los usuarios por alquilar esa película, a qué definición la podrán ver y en qué idiomas podrán hacerlo.
Por esas razones siempre he puesto cara de póker cuando alguien dirigía las miradas directamente a Youzee cuando se quejaban de la ausencia de versiones en HD de una película, o de si una película no entraba en el catálogo de suscripción. No era Youzee, sino las distribuidoras. Y cuando digo Youzee puedo decir perfectamente cualquier otra compañía que ofrezca vídeo bajo demanda en nuestro país y en el resto del mundo. Que si en Voddler no tienen esta película, que si en Wuaki tienen unos alquileres carísimos… ni Voddler ni Wuaki: las distribuidoras.
Es por eso que en este tipo de compañías, gran parte de los esfuerzos de sus ejecutivos se vuelcan en negociar con esas distribuidoras para ampliar catálogo. Y las distribuidoras, escarmentadas por el episodio de Netflix hace unos años (le concedieron tasas muy bajas a Netflix en su día por ser un mercado insignificante en comparación con los videoclubs y luego vieron cómo Netflix no paró de crecer hasta convertirse en un gigante), no lo dejan nada fácil.
Tampoco voy a decir que Netflix es la compañía que ha superado todos estos problemas, porque todos sabemos las dificultades por las que ha pasado recientemente. Productoras que han retirado todos sus filmes del catálogo por no acordar precios nuevos, separaciones y reuniones, cambios en la dirección… Netflix no está ni mucho menos en su mejor momento aunque se esté expandiendo en más y más países. Ahora es Amazon la que planea llegar a España con su Instant Video, pero una vez más: serán las distribuidoras las que decidirán qué películas podremos ver. Amazon es un gigante, que se puede comparar con Google o Apple, y simplemente eso hace que quizás las distribuidoras tengan algo más de manga ancha. ¿Pero qué hay de las pequeñas empresas? Hace que ponga mis esperanzas en Wuaki, que tiene las mismas intenciones que Youzee pero cuenta con el apoyo económico de Rakuten.
Al final, las consecuencias de todo esto es que las distribuidoras defienden un modelo de distribución de películas chapado a la antigua y no haya lugar para la innovación y la evolución. Y los usuarios, mientras tanto, ven como el precio del cine y de las películas en cualquier formato suben de precio. Y la culpable es, por supuesto, la piratería y la crisis.
El pasado domingo, la première de la séptima temporada de Doctor Who circulaba en calidad 720p por un torrent apenas una hora después de ser emitida en el canal inglés BBC. Jamás había visto la distribución pirata de una serie a tal velocidad. Los subtítulos en inglés llegaron minutos más tarde, gracias al esfuerzo altruista de unos cuantos aficionados. Las grandes distribuidoras no tienen excusas para decir que no es posible. Cuando vean que la clave es ofrecer algo mejor que lo que ofrecen los canales piratas será cuando vuelvan a ganar dinero y respeto.
Mientras eso no pase, siento decir que las búsquedas que triunfarán en internet seguirán siendo tales como Breaking Bad S05E08 720p HDTV x264-EVOLVE y no Wuaki Breaking Bad. Es una pena, porque hay mucha gente dispuesta a pagar dinero por esto. Y sobretodo hay gente apasionada y dispuesta a trabajar duro para conseguir que los internautas tengan un sistema justo para ver películas y series aprovechando internet, cosa que pude demostrar con las entrevistas que hice a los CEOs de Youzee y de Wuaki.
Termino el artículo con un cómic de Oatmeal, donde refleja este dilema en la industria musical y un futuro donde compramos música a un precio justo directamente del artista gracias a internet. Da para reflexionar bastante.
En Xataka ON | En España, ¿descargamos contenidos pirateados porque no queremos pagar o porque no tenemos alternativas?
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