Uber está en boca de todos pero, ¿cómo quiere esta empresa revolucionar el transporte?

Uber consiguió lo que se proponía. De ser un total desconocido para la mayoría del público español ha pasado a convertirse en el enemigo número uno de los taxistas españoles, que ven en su desembarco en nuestro país la llegada de un competidor agresivo y en cierto modo ilegal.

Sin embargo, existe mucha confusión sobre qué es realmente Uber, UberPop y en qué se diferencia de los servicios que existen ya en estos momentos en España. En esta entrada explicaremos los orígenes de Uber, sus diferentes líneas de negocio y cuál de ellas está disponible en España.

El nacimiento de Uber

Travis Kalanick, actual CEO de la compañía y uno de sus fundadores junto a Garrett Camp, ha reconocido en numerosas ocasiones que la idea de montar Uber surgió durante una de las ediciones de LeWeb París. Debido a una intensa nevada, los taxis de la ciudad no podían operar con normalidad y Kalanick se preguntó por qué no lo hacían cuando otros coches estaban circulando.

Ese fue el detonante de Uber y tras el análisis de la industria del taxi en diferentes mercados --sobre todo en Estados Unidos-- en 2010 se produjo el lanzamiento de la empresa en San Francisco, su primer mercado. En sus inicios se llamaba UberCab y ponía a disposición de los usuarios vehículos de alta gama con conductor, que cualquier persona podía pedir desde una app. En su momento esto presentaba tres ventajas con respecto a los sistemas existentes: una alternativa al taxi tradicional, la posibilidad de pedir un taxi sin necesidad de salir a la calle y poder realizar el pago sin usar tarjetas de crédito o dinero.

Todas estas características se mantienen en estos días, aunque bien es cierto que la llegada de apps como myTaxi o Hailo ha acercado dichas funcionalidades también a los taxis tradicionales.

De la gama alta a UberPop

Aunque Uber comenzó siendo un servicio que utilizaba exclusivamente coches de alta gama, con el paso de los años se ha ido adaptando a las necesidades de los usuarios, ofreciendo una gama de coches mucho más amplia. Si uno se da un paseo por la web de Uber se encontrará con hasta cinco servicios de transporte diferente, sin contar UberPop: UberX (coches de gama media con precios más bajos), Taxi, Black, SUV y LUX.

Todos estos servicios operan de una forma similar y se diferencia en tres aspectos: la calidad de los coches, el precio y su disponibilidad geográfica. Este último punto es importante, puesto que cuando Uber desembarca en una ciudad o país no lo hace de golpe y porrazo, sino que lo hace normalmente a través de la introducción de uno o dos servicios.

UberPop es ilegal en España; el servicio tradicional de Uber no

En el caso de Barcelona ha sido UberPop. Esta modalidad de transporte es precisamente una de las últimas presentadas por la compañía y se diferencia de una forma importante del resto. Con UberPop cualquier usuario --que debe ser primero aprobado por la empresa y cumplir una serie de requisitos-- puede convertirse en un taxista, transportando a personas en su vehículo y cobrando por sus servicios.

UberPop, según la legislación actual española, es ilegal; como ya hemos comentado en anteriores ocasiones esta ley establece una serie de requisitos para poder transportar a pasajeros en coche --licencias o seguros que los taxis tradicionales tienen que cubrir-- y prohíbe que cualquier persona utilice su coche con fines comerciales. ¿Tiene sentido que existan este tipo de restricciones? En torno a esta pregunta gira el principal debate de los últimos días. Algunos defienden que la liberalización del mercado favorecería los intereses de los consumidores, pero los taxistas y un grupo importante de personas se oponen a ello.

Uber probablemente escogió el lanzamiento de UberPop en Barcelona a sabiendas de que es ilegal, pero al hacerlo ha conseguido dos cosas: publicidad gratuita y la oposición desde un primer momento de los taxistas. ¿Deberían haber escogido otra táctica o es esta la adecuada? Solo el tiempo dirá.

Sin embargo, una cosa debería quedar clara: UberPop es un servicio accesorio, no la actividad principal de la compañía. El servicio más importante para Uber es el transporte de pasajeros utilizando servicios de alta gama con conductor --igual que la española Cabify-- pero su lanzamiento en España todavía no se ha producido.

La polémica con Uber

Cuando a sectores tradicionales llegan soluciones tecnológicas se monta la marimorena. Lo hemos visto en el caso de Airbnb, de Uber y de muchos otros en los últimos cinco o diez años.

Explicaba Kalanick en la última edición de LeWeb que una de las partidas de gasto más importantes para la compañía está relacionada con temas legales, para afrontar las incidencias que están surgiendo en numerosos mercados en los que Uber opera. Desde un primer momento la empresa se ha enfrentado a la oposición del sector tradicional del taxi, que no ve con buenos ojos una actividad que considera como competencia desleal.

La principal victoria de Uber y empresas similares como Lyft, SideCar o InstantCab tuvo lugar en California en septiembre de 2013. La California Public Utilities Commission alcanzó un acuerdo con las compañías y se creó una nueva modalidad de transporte en el estado: Transportation Network Companies.

En Europa, al igual que en Barcelona, los problemas de Uber con los gobiernos locales y los taxistas se han repetido en los últimos meses. En París el gobierno llegó a aprobar --y más tarde a retirar-- un decreto que obligaba a los usuarios a esperar un mínimo de 15 minutos para subirse a uno de los coches de Uber, aunque el coche estuviese ya disponible delante del cliente; en Bruselas el ayuntamiento ha prohibido el uso de UberPop por parte de los ciudadanos y en Barcelona en las próximas semanas conoceremos las intenciones de los legisladores.

Un negocio que crece sin parar

Más allá de estas polémicas y conflictos, lo cierto es que el negocio de Uber crece sin parar. La compañía ha conseguido hasta la fecha más de 307 millones de dólares de varios fondos de capital riesgo --incluido Google Ventures-- y según filtraciones producidas en diciembre de 2013, la compañía factura al menos 20 millones de dólares cada semana.

El éxito de esta y otras soluciones de transporte --véase el caso de Blablacar-- indican que algo está cambiando. Estos nuevos servicios son bien recibidos por los usuarios en casi todo el mundo y operan de una forma muy diferente a la industria tradicional del taxi. Algo que levanta ampollas y que provoca posiciones enfrentadas.

Esto lo estamos viendo en Barcelona con UberPop. Pero recordad, UberPop no es la principal actividad de Uber. El negocio --al menos por ahora-- está en los coches con conductor de alta gama. Una actividad totalmente legal en casi todos los países, incluido España, que ya cuenta con empresas autóctonas muy similares, como Cabify.

En Genbeta | Travis Klanick: "Uber es la intersección entre estilo de vida y logística"

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