Muchos coinciden: los pagos por móvil serán el próximo campo donde el mercado móvil va a tener una buena guerra. Chips NFC, empresas como Square que cada vez se expanden más… la tarjeta de crédito e incluso el dinero en efectivo pueden dejar de usarse con los pagos que podemos hacer con algunos sistemas que ya se están probando en España.
Muchas empresas grandes están proponiendo sus sistemas, lo cual beneficiará sobretodo a los usuarios. Pero si un sistema de pagos quiere triunfar por encima del resto y ser usado por el grueso del mercado tiene que tener ciertos puntos básicos que no puede pasar por alto. Hacerlo, en mi opinión, supone tener una desventaja importante frente a la competencia. Veámoslo con calma.
Integración con varios protocolos y todos los sistemas móviles
Si un sistema de pagos quiere estar presente en todas partes no hay excusa que valga: tiene que ser compatible con todos los sistemas operativos móviles que se usen en el mercado de smartphones. iOS, Android, Windows Mobile, Blackberry OS… todos los terminales que cuenten con un chip NFC deberían ser compatibles.
Google Wallet, por ejemplo, es de momento compatible sólo con terminales Android. No estaría mal ampliar esa compatibilidad a otros sistemas aunque formen parte de la competencia.
Impuestos claros y justos para los comerciantes y los particulares
Un comerciante verá con mejor cara los pagos con el móvil si la empresa que se encarga de gestionarlos es completamente transparente con las tasas que va a imponer. Square, por ejemplo, deja bien claro en su web oficial que se lleva un 2,75% de todas las transacciones que se hagan usando su lector. Otra muestra es Apple con su App Store, dejando claro desde el principio que se lleva un 30% de los beneficios de las aplicaciones de pago.
Si empezamos con impuestos ocultos, contratos con una letra pequeña demasiado extensa y complicada y sorpresas con facturas de mantenimiento inesperadas, el comerciante sólo va a ver complicaciones y más complicaciones y se negará a colocar un receptor de datos NFC al lado de su caja registradora.
Pago con el móvil seguro y sin necesidad de tarjeta
Desde el lado del cliente o incluso del particular como receptor del dinero las cosas también tienen que ser fáciles. Lo comenté hace unos días: los pagos tienen que pasar a ser lo más sencillo del mundo, un gesto con el móvil al lado de un receptor y listo. El vídeo que encabeza este artículo lo ejemplifica perfectamente, con una persona que paga un artículo en apenas un segundo. Ni él ni el dependiente de la tienda tienen que hacer prácticamente nada.
Google Wallet cumple con ello, Square y PayPal Here no. Estos últimos servicios se presentan como el futuro de los pagos pero sólo benefician al comerciante y no al cliente, que sigue teniendo que sacar una tarjeta de su monedero y firmar. Y por supuesto todo tiene que tener una buena capa de seguridad, hasta el punto de que el cliente tiene que protegerse de sí mismo y de los errores que pueda cometer.
Forma fácil y muy barata de entregar dinero de particular y particular
No se trata sólo de simplificar los pagos de comerciante a cliente, sino de hacerlo también entre particulares. Entre amigos también circula el dinero, aunque sea en pequeñas cantidades. Deja, yo te invito a este café. Pagas tú las palomitas y luego te doy el dinero, que no he pasado por el cajero. Todas estas cosas podrían hacerse con el móvil, sin tener que mover dinero de mano en mano.
No estaría nada mal, pero aquí las compañías deberían entender que estamos ante una transacción que originalmente no estaba tasada. Una persona no le va a pasar a otra persona cinco euros vía NFC si el impuesto por hacerlo son 60-70 céntimos. El impuesto para transacciones de este tipo debería ser muy bajo, o incluso cero. Es la única forma de empezar a mirar el dinero en moneda y billete como algo del siglo pasado.
Tarjeta prepago recargable como opción
Si no tienes tarjetas de crédito o no te fías de entrar sus datos en la aplicación de pagos no deberías estar automáticamente excluido de él. Google lo ha solucionado con una tarjeta prepago por defecto en Wallet, pudiendo recargarla desde nuestras tarjetas de crédito de cualquier banco como una compra por internet cualquiera.
Sistema de restricciones para menores
Terminamos con un punto especialmente delicado como ya ha demostrado la App Store: muchos propietarios de un iPhone o iPad usan una tarjeta de algún familiar para efectuar pagos (hijos con cuentas/tarjetas de sus padres), y eso implica monitorización. Conozco personalmente casos de padres con cargos de decenas de euros por aplicaciones sin las suficientes advertencias de pago y hijos con muchas ganas de tener todos los extras posibles de un juego.
Con los pagos no debe ser diferente: podemos por ejemplo aplicar un máximo semanal a modo de “paga” para los hijos, o restringir la compra de ciertos artículos. Un sistema de pagos por NFC permite, por ejemplo, catalogar artículos como ‘adultos’ impidiendo el pago de todos aquellos dispositivos usados por menores.
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